MAPA DE MÉXICO.
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El índice que seguiremos en la exposición del tema es el siguiente:
1.- LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A TIERRAS MEXICANAS.
2.- LA CONQUISTA MEXICANA DE HERNÁN CORTÉS.
3.- LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO SIGUIENDO LA ESTELA DEL CONQUISTADOR HERNÁN CORTÉS.
4.-LOS FRANCISCANOS EN TERRITORIO MEXICANO.
5.-LOS DOMINICOS EN TERRITORIO MEXICANO.
6.-LOS AGUSTINOS EN TERRITORIO MEXICANO.
7.-LOS JESUITAS EN EL TERITORIO MEXICANO.
8.-EL CLERO SECULAR EN LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO.
9.- LAS RELIGIOSAS EN LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO.
10.- LA IGLESIA CATÓLICA ANTE LAS INDEPENDENCIAS DE MÉXICO.
11.- LA IGLESIA CATÓLICA DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA MEXICANA.
12.-LA IGLESIA MEXICANA EN NUESTROS DÍAS.
13.- LA DEVOCIÓN A LA MADRE DE DIOS EN MÉXICO.
CELEBRACION DE LA PRIMERA MISA EN MÉXICO.
1.- LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A TIERRAS MEXICANAS.
La llegada de los españoles a tierras mexicanas está bien documentada se sabe que Diego
Velázquez, gobernador de la isla de Cuba, organizó 3 expediciones a
territorio mexicano desde la isla con la esperanza de encontrar nuevas
islas o tierras en la que poder encontrar oro.
La primera en 1517 estuvo a cargo de Francisco Hernández de Córdoba, quien fue el descubridor de Yucatán,
el desarrollo de esta expedición la cuenta Bernal Díaz del Castillo,
es el cronista que más detalles aporta sobre el viaje de Hernández de
Córdoba, y también el único que fue testigo presencial de todo el
proceso. Además, Bernal declara en su crónica haber sido él mismo
promotor del proyecto, junto con otro centenar de españoles que decían
necesitar ”ocupar sus personas”, porque hacía tres años que habían llegado llegado a Cuba y se quejaban de que”no habían hecho cosa alguna que de contar fuera”.
De la narración se deduce que el origen del proyecto era obtener indios como esclavos para
ampliar o renovar la mano de obra de las explotaciones agrícolas o
mineras de Cuba, en esta expedición iba como capellán al clérigo Alonso de González, quien dada la costumbre de los españoles de escuchar diariamente la misa del capellán que los acompañaba esta sería la primera Misa celebrada en territorio mexicano, por más que esto no sea más que una conjetura bien fundada.
ISLA DE COZUMEL.
La segunda expedición, fue la que dirigió Juan de Grijalva,
debido a la fama de las grandes riquezas que había en las tierras
recién descubiertas, muchos encomenderos se enrolaron en la expedición “… de manera, que presto nos juntamos doscientos y cuarenta compañeros…” dice Bernal.
Como capitanes, se embarcaron
con Grijalva, Alonso de Ávila, Francisco de Montejo y Pedro de
Alvarado. El piloto mayor fue Antón de Alaminos, mismo del primer
viaje, el alférez fue Vázquez de Tapia y como capellán, al presbítero Juan Díaz Núñez.
Según las descripciones que han llegado a nosotros, el punto de desembarque fue el poblado maya de Xaman-Ha, actual isla de Cozumel, allí y en una torre de piedra que se divisaba desde el mar ,según la narración del capellán en su obra Itinerario de la Armada del rey Católico en la isla de Yucatán, en la India, el año 1518”, celebraron la misa e hicieron el acto de fundación y posesión de la nueva tierra “en nombre de la reina doña Johana y el rey don Carlos, su hijo…” ( Cf.Oviedo.). Esta celebración fue la primera bien documentada.
Entrevista entre Juan de Grijalva y el cacique maya Tabscoob, ocurrida en Potonchán el 8 de junio de 1518
Posteriormente recorrerían la península de Yucatán que creían era otra isla, volvieron a Cuba sin ninguna fundación estable, siendo recibidos con enojo por parte del Gobernador.
Según la narración del capellán Juan Díaz en su Itinerario estuvieron allí del 1 de mayo hasta el 11 de junio. De lo que habla esta crónica es precisamente de la llegada a Cozumel
y Yucatán, y en esos días que estuvieron ahí, se dedica a describir
prácticamente todo el impacto que causa esa región sobre los viajeros.
El resultado de ese enojo es el viaje de Hernán Cortés donde también iba como capellán Juan Díaz Nuñez. (www.revistapioneros.com/en-cozumel-la-primera-misa-en-suelo-mexica.)..
2.- LA CONQUISTA MEXICANA DE HERNÁN CORTÉS.
Hernán Cortés nació de Medellín
en 1485. De linaje noble, aunque no rico, estudió durante un tiempo
latín, gramática y leyes en la Universidad de Salamanca, pero no llegó a
graduarse. Intentó embarcar para Isla Española en la expedición de
Ovando, pero un accidente sufrido en una aventura galante se lo impidió.
Al cabo de dos años pudo, por fin, trasladarse a aquella, y llegó a ser escribano de la Villa de Azúa.
Desde la Española partió a la conquista de la isla de Cuba a las órdenes de su pariente, Nicolás de Ovando, y de Diego Velázquez de Cuéllar.
Por sus dotes personales y
su arrojo supo ganarse la confianza de Diego Velázquez, que lo nombró
su secretario en 1511, y posteriormente alcalde de la ciudad de Santiago
de Cuba, recién fundada por los españoles.
Diego Velázquez le confió una
expedición a Yucatán con la misión de reconocer aquellos territorios.
Sin embargo, prestando oídos a quienes le prevenían contra las argucias
de su ambicioso amigo y protegido, le envió un emisario con la orden de
abandonar el mando de la expedición.
Informado con tiempo Cortés forzó la partida y el 10 de febrero de 1519 salió a la conquista de Anáhuac o México. Siguiendo la misma ruta que Grijalba; al cabo de 10 días llegó a la isla de Cozumel, donde supo atraerse a los indígenas. Prosiguió su marcha y alcanzó Tabasco, donde libró la primera batalla en suelo mexicano, derrotando a los indígenas gracias al valor de sus hombres y al espanto que los caballos, animales antes nunca vistos, infundían a los nativos.
IGLESIA DE SANTA CRUZ EN MÉXICO.
Los tabasqueños reconocieron la sobenaría
del rey de España y ofrecieron tributos a Cortés. Desde allí el
extremeño marchó a San Juan de Ulúa, donde fundó el 10 de julio de 1519
Villarrica de la Vera Cruz un asentamiento de chozas de palma que se convirtió en el primer ayuntamiento de América continental
Fue entonces cuando tuvo noticia de la existencia de un rico y poderoso imperio, el azteca, que tenía sojuzgadas a las demás ciudades de México, y tras celebrar consejo con sus capitanes decidió marchar sobre el imperio.
Tras la protocolaria fundación los españoles viajaron por tierra al norte hacia Huitzilapan
donde fueron recibidos por Chicomacatl, el Cacique Gordo de Cempoala
Sabiendo que los totonacas estaban descontentos con la dominación
mexica, Cortés se presentó como adalid de la justicia y consiguió una
alianza comprometiendo el apoyo español contra los mexicas a cambio de la obediencia de la nación totonaca a la Corona española.
Cortés viajo entonces a
la ensenada de Quiahuiztlan, donde lo esperaba su flota. Ahí, en la
ladera de una colina cercana al poblado totonaca, construyeron en
piedra un asentamiento en forma, amurallado y fortificado. No fue una
refundación sino un traslado de emplazamiento.
CIUDAD SAGRADA DE CHOLULA.
Sublevó a los totonecas de Cempoala,
contra sus amos aztecas y venció en varios combates a los valientes
tlaxcaltecas, quienes terminaron aceptando sus condiciones de paz y
alianza. Reanudada la marcha los conquistadores se presentaron ante
los muros de la ciudad sagrada de Cholula, ordenando Cortés a sus
hombres y aliados indígenas el asalto y saqueo de la ciudad.
El 8 de noviembre de 1519 los conquistadores entraron en la capital azteca: Tenochtitlán, siendo recibidos por el emperador Moctezuma en persona.
Fueron alojados en un gran edificio, pero, transcurridos unos días, se
enteraron de una conjura azteca destinada a expulsarles de la ciudad.
Tomaron prisionero al
emperador, que se convirtió en el instrumento de que se valieron los
españoles para mantenerse en la corte azteca.
Por culpa de Pedro de Alvarado, quien, llevado por los nervios y convencido de que los aztecas planeaban una nueva conjura, ordenó
pasar a cuchillo a algunos notables del imperio durante la celebración
de uno de sus ritos religiosos, millares de indígenas en actitud
amenazante hostilizaron a los españoles.
El envío de Moctezuma por
parte de Cortés para que calmara a su pueblo no surtió efecto (Moctezuma
murió en el intento) y el conquistador decidió buscar la salvación en la huida.
HERNÁN CORTÉS EN LA NOCHE TRISTE.
No obstante, la maniobra fue descubierta y los mexicanos atacaron a los fugitivos, muriendo muchos de ellos: aquella sangrienta retirada es recordada en los anales de la historia con el nombre de “la noche triste”. era del 30 de junio de 1520, en las afueras de Tenochtitlan hoy ciudad de México.
Cortés consiguió rehacer su ejército y en octubre del mismo año 1520
inició su segunda marcha sobre México. Tras un largo sitio y una
sangrienta lucha cuerpo a cuerpo, calle por calle, casa por casa, el
nuevo jefe azteca Guatemotzin, fue capturado y Tenochtitlán cayó definitivamente.
Acusado de varios cargos por los enviados del rey, fue desposeído de sus títulos y obligado a regresar a España en 1528. Carlos I le recibió con honores y le nombró marqués del valle de Oaxaca, pero sin atribuirle funciones gubernativas.
Limitado en sus poderes Cortés regresó a México en 1530, exploró la costa del Pacífico y descubrió las costas de la Baja California en 1536.
Regresó definitivamente a España en 1540, Siguió viviendo con cierto desahogo durante unos años hasta que, amargado y decepcionado, murió en Castilleja de la Cuesta, cerca de Sevilla, el 2 de diciembre de 1547.
Trasladados sus restos a los conventos franciscanos de Tezcuco (1562) y
Ciudad de México, desaparecieron en el año 1823 de este último lugar
HERNÁN CORTÉS.
3.- LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO SIGUIENDO LA ESTELA DEL CONQUISTADOR HERNÁN CORTES.
Hernán Cortes durante el recorrido de la conquista del territorio mexicano estuvo acompañado por el sacerdote Juan Díaz Nuñez éste se unió a la expedición de Cortés, y nuevamente celebró eucaristía en la isla de Cozumel. Después se uniría al grupo un Padre Mercedario
.Así en Tabasco el Domingo de Ramos después de terminada la victoria contra los naturales, el capellán Juan Díaz ofició nuevamente misa; allí fundó Hernán Cortés la Villa de Santa María de la Victoria, hoy desaparecida, le puso ese nombre en honor a la victoria obtenida sobre los indígenas mayas justo el día de “la encarnación del Divino Verbo. Luego marchó hacia Tenochtitlan.
RECONSTRUCCIÓN GRÁFICA DE TENOCHTITLAN
Juan Díaz confesó a muchos de los
soldados un día antes de la batalla del 5 de septiembre de 1519
realizada en Tlaxcala contra Xicohténcatl , vencidos los tlaxcaltecas unos días después con quienes pactó la paz,. Juan Díaz ofició una misa con los nuevos aliados.
En Tenochtitlan Cortés quitó
los ídolos aztecas y colocó una cruz y la imagen de la virgen, con el
consentimiento de Moctezuma, Juan Díaz junto con el mercedario
Bartolomé de Olmedo, capellán de Cortés, realizaron una misa cantada en
el templo Mayor , después otro mercedario, Juan de las Varillas, y dos
franciscanos, fray Pedro Melgarejo y fray Diego Altamirano, primo de
Cortés (Ricard, Conquista cp.1 fueron capellanes castrenses, al
servicio pastoral de los soldados, de modo que el primer anuncio del
Evangelio a los indios fue realizado más bien por el mismo Cortés y sus
capitanes y soldados, aunque fuera en forma muy elemental, mientras
llegaban frailes misioneros. como se ve la presencia de los
capellanes de Hernán Cortés no realizaron prácticamente una acción
evangelizadora, pues su función se limitaba a la asistencia espiritual
de los españoles.
CONVENTO FRANCISCANO EN TLAXCALA. HOY MUSEO
La evangelización e
implantación del catolicismo en México tendría su origen con la
fundación de la primera diócesis mexicana, ésta tuvo lugar el 13 de
octubre de 1525 por obra del Papa Clemente VII mediante la Bula “Devotionis tuae probata sinceritas“, con la que se erigía la Diócesis de Tlaxcala,
como sufragánea de la Arquidiócesis de Sevilla (España).( Hemos de
notar que la primera Diócesis nominalmente fundada en México fue la
llamada diócesis Carolense , en honor de Carlos I, pero esta diócesis,
creada solo documentalmente por el Papa León X, no llegó a tener
realización efectiva, pues en la fecha de 1518 los españoles no habían
creado ninguna ciudad en México.)
En la Bula del Papa Clemente, el Romano Pontífice declara que los límites de esta Diócesis “serán los que señale Carlos, Rey de Castilla”.
Así, Carlos I de España expidió en Granada una cédula fechada el 19 de septiembre de 1526, en la que establece que el nuevo Obispado se extienda por Tlaxcala, Veracruz, Tabasco y parte de Chiapas.
CATEDRAL DE VERACRUZ.
La sede fue fijada en Tlaxcala, como recompensa a la lealtad que los tlaxcaltecas habían mostrado a los conquistadores.
Por estas fechas comienzan a llegar los religiosos a territorio mexicano, así en 1524
arriban los primeros 12 franciscanos en México. 1526 llegan de los
primeros dominicos y se crea la Diócesis de México. En 1533 Llegan
los Agustinos por primera vez. En 1535 se crea la Diócesis de
Oaxaca. En 1536 Se crea la Diócesis de Michoacán. En 1539 Se crea la Diócesis de Chiapas, también conocida como San Cristóbal de las Casas.
LOS DOCE PRIMEROS FRANCISCANOS.
4.-LOS FRANCISCANOS EN TERRITORIO MEXICANO.
En 1524, 12 franciscanos a los
que el padre General los llamó los Doce apóstoles partieron de San
Lúcar de Barrameda, el 25 de enero, alcanzaron Puerto Rico en
veintisiete días de navegación, se detuvieron seis semanas en Santo
Domingo, y llegaron a San Juan de Ulúa, junto a Veracruz, puerta de
México, el 13 de mayo de 1524. Los Doce apóstoles, conducidos por
fray Martín de Valencia, fueron éstos: Francisco de Soto, Martín de
Jesús (o de la Coruña), Juan Suárez, Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio
de Benavente (Motolinía), García de Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan
de Ribas, Francisco Jiménez, y los frailes legos Andrés de Córdoba y
Juan de Palos.
Cuenta Bernal Díaz del Castillo (cp.171)
que, en cuanto supo Cortés que los franciscanos estaban en el puerto de
Veracruz, mandó que por donde viniesen barrieran los caminos, y los
fueran recibiendo con campanas, cruces, velas encendidas y mucho
acatamiento, de rodillas y besándoles las manos y los hábitos.
Los frailes, sin querer
recibir mucho regalo, se pusieron en marcha hacia México a pie y
descalzos, a su estilo propio. Descansaron en Tlaxcala, donde se
maravillaron de ver en el mercado tanta gente, y, desconociendo la
lengua, por señas indicaban el. cielo, dándoles a entender que ellos
venían a mostrar el camino que a él conduce.
Los indios, que habían sido
prevenidos para recibir a tan preclaros personajes, y que estaban
acostumbrados a la militar arrogancia de los españoles, no salían de su
asombro al ver a aquel grupo de miserables, tan afables y humildes. Y al
comentarlo, repetían la palabra motolinía, hasta que el padre Toribio de Benavente preguntó por su significado. Le dijeron que quiere decir pobre. Y desde entonces fray Toribio tomó para siempre el nombre de Motolinía (Mendieta III,12).
EL FRANCISCANO MOTOLINIA.
“EL AÑO QUE VINO EL SEÑOR, EL AÑO QUE VINO LA FE.”
Esta entrada de los Doce
en México, el 17 de junio de 1524, fue una fecha tan memorable para los
indios que, según cuenta Motolinía, a ella se refieren diciendo «el año que vino nuestro Señor; el año que vino la fe» (Historia III,1, 287).
Este grupo original se fue
enriqueciendo, a partir de 1529, con otros religiosos notables por su
profunda vida espiritual y letras.
Graduados de la universidad
de Salamanca fueron fray Alonso de Herrera, fray Antonio de Huete ambos
doctores en leyes. Fray Andrés de Olmos y fray Bernardino de Sahagún
procedían de la misma universidad.
De otras universidades
fueron fray Juan de Gaona, maestro de teología por la universidad de
París, fray Jacobo Daciano, dinamarqués, miembro de la familia real e
insigne teólogo, fray Arnaldo de Basacio, letrado y maestro de música,
fray Jacobo de Testera, predicador de la corte de Carlos V, fray Marcos
de Niza, letrado, fray Juan Focher, doctor en leyes por la universidad
de París, y fray Maturino Gilberto.
Esta lista se podría
alargar con otros frailes que tomaron el hábito en México y se
distinguieron por sus letras, como fray Alonso de Molina, el primer
lingüista de México, y fray Juan de Torquemada, cronista que recogió
importante información sobre el México antiguo.
La Provincia del Santo
Evangelio quedó formalmente fundada en 1535, cuando el capítulo general
de Niza le concedió el título y derechos correspondientes.
DEL CONVENTO FRANCISCANO EN TEXCOCO.
Los primeros conventos de la Provincia se establecieron en cuatro centros urbanos indígenas de suma importancia: México-Tenochtitlan,
sede del vencido “imperio mexica”, Tezcoco, notable centro cultural y
antiguo centro político, Tlaxcala, capital del grupo indígena rival de
los mexicas, y Huejotzingo, al parecer una de las ciudades estratégicas
de mayor relevancia fuera de México.
Desde estos centros se extendió la acción evangelizadora en la zona central de México.
Partiendo de México-Tenochtitlan, los frailes, dos años después de su
llegada (1526), habían alcanzado en sus correrías apostólicas por el
sur, los pueblos de Cuernavaca (antigua Cuaunahuac) y un poco más tarde
la región de Taxco e Iguala. Por el norte muy pronto llegaron a los
pueblos cercanos de Cuautitlan y Tepoztlan. Desde Tezcoco los frailes
extendieron su acción primero a Tulancingo y Tepeapulco para continuar
posteriormente hasta la región del Pánuco. Desde Tlaxcala y Huejotzingo
cubrieron gran parte de los actuales Estados de Puebla, Veracruz y
Tlaxcala. Al terminar el siglo XVI la Provincia del Santo Evangelio
tenía 64 conventos en otros tantos pueblos del altiplano mexicano.
Los franciscanos
establecieron sus conventos en los antiguos centros urbanos indígenas
que habían gozada de hegemonía en la época prehispánica: llamados
altepeme (plural de altepetl).
Las poblaciones aledañas
(pueblos sujetos, los llaman los frailes) eran visitadas desde los
conventos de acuerdo con un programa previamente establecido. Los
domingos todas las comunidades indígenas se reunían en los conventos
para la instrucción religiosa y celebración de la misa. En las
fiestas locales los frailes iban a celebrarlas en las pequeñas
poblaciones En esta forma se pudo mantener el tejido social indiano
ahora revestido de cristianismo.
FRANCISCANOS EN LA PROVINCIA DEL SANTO EVANGELIO. HOY
La Provincia del Santo Evangelio fue el centro del que salieron las restantes provincias franciscanas de México.
En 1535, al adquirir el rango oficial de Provincia, se desprendió de
ella el grupo de conventos de la zona occidental, con los que quedó
constituida la custodia de Michoacán que en 1565 alcanzó el rango de
Provincia. La Provincia del Santo Evangelio siguió avanzando, y hacia la
década de 1560 llegó hasta Zacatecas que para principios del XVII
(1603) adquirió también su rango de provincia independiente.
VISTA DE TAMPICO. MÉXICO.
El avance hacia el norte y
noreste de México continuó durante el siglo XVI con la fundación de dos
custodias misioneras: Tampico y Nuevo México. Las misiones de Tampico
fueron iniciadas por el notable escritor y lingüista fray Andrés de
Olmos. En 1585 ya con el rango de custodia, tenía doce conventos que
cubrían un área aproximada de 25,000 Km2., en una zona semi-pantanosa
cercana a las costas del Golfo de México.
Los frailes utilizaron la
rudimentaria tradición urbana de algunos grupos indígenas para
establecer los primeros conventos-misiones. Tales serían los casos de
los conventos de Tanchiapa y Tamián. En otras partes se fundaron
nuevos pueblos, como Tamaolipa levantado por el padre Olmos con indios
olives y un grupo de chichimecas.
Las misiones y custodia de
Nuevo México, cuyo territorio fue explorado desde 1539 por fray Marcos
de Niza, tuvieron sus orígenes en 1598 con un grupo de diez frailes que
acompañó a Juan de Oñate en su empresa colonizadora del Nuevo México.
Cuando recibió el título de custodia
en 1616 contaba con 11 conventos-misiones que atendían unos 10,000
nativos. La primera mitad del siglo XVII fue un período de prosperidad.
En 1640 trabajaban en la custodia 50 frailes con más de 25 misiones en
las que atendían alrededor de 60,000 indígenas de 50 pueblos indios.
Tarea nada sencilla fue la de
encontrar un método para acercar el cristianismo a unas culturas
indígenas tan distantes de la occidental en la que llegó fraguado el
mensaje cristiano.
Hubo intentos de establecer
un diálogo con los depositarios de la sabiduría indígena particularmente
del centro de México De estos intentos quedaron esquemas y borradores
que en la segunda mitad del siglo XVI los humanistas indígenas educados
en los colegios conventuales convirtieron en el documento conocido como “Coloquios y doctrina con que los doce frailes de San Francisco convirtieron a los indios de la Nueva España”.
Este documento es sin duda uno de los más importantes textos de la historia de las misiones católicas.
Otra forma de acercamiento
con las antiguas culturas fue “la flor y el canto”, de profundas raíces
indígenas y que sirvió de puente de enlace en las grandes celebraciones
religiosas cristianas. El teatro y otras representaciones vivas de
los misterios cristianos dieron a éstos un sentido dentro del mundo
conceptual indígena. Los catecismos pictográficos utilizados en los
primeros años de la evangelización forman parte de este acercamiento.
Ayuda inigualable en la tarea evangelizadora fueron
las escuelas conventuales que principiaron desde 1523, con la llegada
de los tres franciscanos belgas. Gracias a este sistema los franciscanos
contaron muy pronto con valiosos colaboradores, ya que según testimonio
de los frailes para 1531 tenían en sus conventos alrededor de 5,000
muchachos.
Los franciscanos adaptaron en sus escuelas conventuales el sistema indígena del “calmecatl” en el que se transmitían los conocimientos más importantes de la antigua cultura, como los cantares religiosos, la ciencia para interpretar los códices, la historia y tradiciones de sus pueblos.
FRANCISCANISMO EN GUZMÁN.
En las escuelas
conventuales se enseñaba, no sólo la doctrina cristiana, sino también la
lectura y escritura, el canto de órgano y canto llano, el rezo de las
horas canónicas y la liturgia de las misas. Tal sistema tuvo su coronación con el establecimiento del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco en 1536 en
el que se recogía a los jóvenes más adelantados de las escuelas
conventuales para introducirlos en los conocimientos humanistas de la
época: gramática, artes, principios de filosofía, medicina y otras
ciencias.
El crecimiento de la Provincia del Santo Evangelio, en personal y en geografía, fue continuo hasta el siglo XVIII.
De acuerdo con estadísticas de la primera mitad de ese siglo la
Provincia contaba con 743 frailes y 71 conventos. A partir de 1750 vino
un continuo declive que llevó a reducir a la Provincia para fines del
siglo XIX a 11 casas y una docena de frailes.
Entre las causas de ese
declive se debe mencionar la secularización de las doctrinas del siglo
XVIII y los movimientos liberales del siglo XIX.( Cf.www.franciscanosenmexico.com.mx/quienessomos.html)
EX CONVENTO DE SANTO DOMINGO DE OAXACA. MÉXICO.
5.-LOS DOMINICOS EN TERRITORIO MEXICANO.
El día 19 de junio de 1526 un grupo de dominicos llegan al puerto de Veracruz. Hace unos meses habían llegado de España a la isla La Española.
Se unieron tres religiosos del convento de Santo Domingo: Fray Domingo de Betanzos, Fray Gonzalo Lucero (diácono) y Fray Vicente de las Casas (novicio).
Por la muerte de
algunos y por el regreso de otros a España, han dejado solos a los tres
religiosos, que se unieron en La Española. Serán ellos tres los considerados como los fundadores de la Orden en México.
En cuatro años realizan una labor increíble: Han llegado a Antequera de Oaxaca, han fundado dos conventos junto a la ciudad de México; Fray Betanzos ha ido a fundar la Orden a la ciudad de Santiago de los Caballeros, en Guatemala.
En 1539 Fray Betanzos está
en camino hacia Roma. Lleva la misión de pedir la creación de una
Provincia dominicana en el territorio mexicano.
DEL EXCONVENTO DE SANTO DOMINGO DE OAXACA.
El Capítulo General acepta. Se le da por nombre Santiago de México. En el año 1535 tienen el primer Capítulo Provincial en la ciudad de México. Acuden representantes de los conventos siguientes: México, Puebla, Oaxaca,Topetloaxto, Oaxtepec, Coyocán con Himalhuacán- Chalco.
Ha predominado el proyecto de
crear muchos conventos en las regiones indígenas. De esta forma,
estarán presentes junto al pueblo, conocerán sus costumbres y su lengua
y, sobre todo, serán un ejemplo vivo con su presencia.
TEMPLO DEL CONVENTO DE SANTO DOMINGO EN PUEBLA.
Muchos conventos con pocos frailes. No obstante, se edificarán grandes conventos que servirán para la formación de las numerosas vocaciones:México, Puebla y Oaxaca.
Cuando se estudia la historia
de la Orden en México aparece, en seguida, la inquietud de los
religiosos por fundar conventos, como polos de atracción y dedifusión.
Primero son de caña y barro y, en seguida, comienzan a edificar los conventos y las iglesias con ladrillo y piedra, como queriendo demostrar el deseo de permanencia en cada una de las zonas.
VILLA ALTA. MÉXICO.
Después de 1530 ya se extienden por todo el valle de México y fundan en Oaxtepec, Izucar y están presentes en numerosas Doctrinas. Lo mismo ha ocurrido en la zona o nación Mixteca: Yanhuitlan, Noschitlan, Teposculula; bajan hacia la nación Zapoteca. Fundan Etla, Coutlan, Villa Alta, entre los años 1532- 1540.
En menos de cincuenta años
los dominicos han recorrido gran parte del sur del territorio mexicano.
Los frailes dominicos evangelizan toda la región de lo que hoy
constituye el Estado de Oaxaca.
Realizan una
“evangelización integral”, como promoción humana. Han traído de España
nuevas semillas, han enseñado a cultivar, promocionan el ganado y
promueven la cría del gusano de seda.
Es evidente la prosperidad de los conventos. Cuentan con religiosos suficientes, tienen rentas abundantes, hay una red de conventos por todo el territorio oaxaqueño. Son razones suficientes para pedir a Roma la creación una nueva Provincia dominicana en la región de Oaxaca. Es erigida el año 1592, con el nombre de San Hipólito.
Al principio hay serias dificultades para la criollización de la Orden en México. No obstante, los nativos son recibidos en la Orden. En 1565 se ordena no tener en consideración, a la hora de votar a un Provincial, el lugar de nacimiento. Cincuenta años después se impondrá la ordenación de la “alternabilidad”.
Los religiosos dominicos han seguido una política, bien estudiada, para la edificación de los conventos: La distancia entre ellos será de unos 35 kilómetros, una jornada de camino; de esta manera serán lugares de hospedaje para los que transitan de un lugar a otro en predicación itinerante.
Serán conventos abiertos, donde acuden infinidad de nativos; serán conventos propicios para las observancias monásticas, lugar de oración y estudio.
LOS PADRES DOMINICOS Y SUS OBISPOS.
Cuando se tiene a la vista la geografía de los conventos dominicanos, sobre todo en el sur, uno no sale de su admiración: supone un trabajo titánico, una voluntad férrea y una decisión de permanencia.
Hay quienes han querido ennegrecer esa labor y afirman que se utilizó la manode obra nativa. De las actas de todos los Capítulos Provinciales se ponía, como motivo permanente, la frase donde se recuerda que los religiosos deben pagar lo debido a quien trabaje en la construcción de los conventos, no utilizar a más de doscientos, proporcionarles el descanso necesario y “el adiestramiento” que deben recibir para aprender el “oficio”. Infinidad de artesanos han aprendido, según la costumbre de la época, un oficio de artesanía popular.
El 2 de octubre de 1656, el General de la Orden crea otra nueva Provincia y es confirmada por al Papa Alejandro VII. Le ponen por nombre San Miguel y Santos Ángeles. Se le asignan los conventos de la diócesis de Puebla y los conventos de Teposculula, Coixtlahuaca y Tamazulapán. La sede principal
estará en el convento de Santo Domingo, en la ciudad de Puebla. Y en Puebla los religiosos edificaron la Capilla del Rosario, denominada, desde entonces, la“Octava Maravilla del Mundo”.
OBISPO DOMINICO FRAY FELIPE GALINDO CHÁVEZ Y PINEDA FUNDADOR DE LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA. MÉXICO.
Los dominicos comienzan a extenderse hacia la parte norte de México, a mediados del siglo XVII: Universidad de Guadalajara, Zapotecas, Sierra Gorda y Baja California.
Las misiones de Sierra Gorda
reciben el influjo de la Orden; ya habían funcionado con anterioridad.
Desarrollan una labor benemérita el P. Felipe Galindo y el P. Luis Guzmán. Cuando termina el siglo, los dominicos regentan varios centros misionales. Tendrán que ausentarse por las enormes dificultades que se presentan, las acciones del ejército y la falta de religiosos.
Varios años están en la Baja California, desde que en 1770 se consiguen las Cédulas Reales. Han fundado, además de las misiones recibidas de los jesuitas, los siguientes centros: Nuestra Señora del Rosario (1774), Santo Domingo (1775), San Vicente Ferrer (1780), San Miguel Arcángel (1787), Santo Tomás de Aquino (1791), San Pedro Mártir (1794) y Santa Catalina(1797). Promueven el cultivo de cereales y de la ganadería.
CONVENTO DOMINICANO DE CHIAPAS.
El año 1808 se crea otra nueva Provincia: San José de Chiapas; ha sido separada de la Provincia de San Vicente Ferrer de Centro América.
Hay diversos problemas internos. Hay
un cierto desánimo por las ordenaciones eclesiásticas de dejar los
centros poblados ya establecidos para los sacerdotes seculares, según la
mente del Concilio de Trento. También hay desánimo o enfriamiento en las prácticas de la observancia religiosa; los religiosos
prefieren vivir en los centros poblados y dejan las zonas misionales. El períodode Independencia y las Leyes de la Revolución serán elementos importantespara el decaimiento total de la Orden de Predicadores en el territorio mexicano.( Cf.cidalc.op.org/cidalc/documents/mexico.pdf)
6.-LOS AGUSTINOS EN TERRITORIO MEXICANO
Después de los franciscanos y los dominicos, los religiosos agustinos llegaron
a México en mayo de 1533 en número de siete frailes, todos clérigos:
Francisco de la Cruz, que venía como superior, Jerónimo de San Esteban,
Juan de San Román, Agustín de Coruña, Juan de Oseguera, Jorge de Ávila y
Alonso de Borja.
Los primeros religiosos que atendieron la región de Landa fueron los agustinos de la provincia de México y los franciscanos de la provincia de Michoacán.
La labor evangelizadora de estos frailes se llevó a cabo en algunos pueblos antiguos, como Tilaco y El Lobo, que pertenecían al distrito de Xilitla.
IGLESIA EN LAS MISIONES DE SIERRA GORDA.
El 12 de marzo de 1682,
se fundó en la ciudad de Querétaro el Colegio de Propaganda FIDE de la
Santa Cruz, con intención de evangelizar a los Chichimecas de la Sierra
Gorda.
En 1742, al
desaparecer los protectorados, José de Escandón solicitó el cambio de
misioneros agustinos por franciscanos. 200 años después de su llegada a
la región.
SANTA MARIA DE LAS AGUAS DE LANDA.
Así el 29 de abril de 1744, José
de Escandón y el fraile Pedro Pérez Mezquía, fundaron la misión de
“Santa María de las Aguas de Landa”. Ese mismo año, el 1 de mayo, se
fundó la Misión de San Francisco de Tilaco.
En enero de 1743, el
religioso fray Luis Trejo realizó un padrón donde manifestaba que Tilaco
contaba con 105 familias de indios Pames y la comunidad de El Lobo con 85.
Ese mismo año José de Escandón visitó otras misiones en el paraje nombrado Agua de Landa, lugar de tierras fértiles conocidas como Tongo y Pezco, cuya población era de 153 familias con un total de 562 indígenas.
Los Pames ocuparon la región Noreste de
la Sierra Gorda de Querétaro, que les proporcionaba un hábitat con
bosques, abundante agua y parte de tierra caliente hacia la Huasteca.
EN LA HUASTECA.
Su territorio comenzaba en
las cercanías de Zimapán, cubría Pacula, Xiliapan, Mecatlán de los
Montes, Landa, Jalpan, Tancoyol, y la provincia de Río Verde, siendo
“esta nación muy dilatada”.
Sus casas estaban
construidas con zacate, palma o xoxonato. Su comida ordinaria la
constituía el maíz tostado, cacalextes, verduras de tierra y los
animales que criaba la Sierra.
Las mujeres vestían de
enagua y huipil blanco y largo, prendas que ellas mismas tejían; los
hombres se cubrían con mantilla, posiblemente utilizada como calzón y un
ayate.
REAL DEL MONTE. MÉXICO.
Junto a los Pames Chichimecas se encontraban ya en el siglo XVI, pequeños núcleos de mexicanos Otomíes y Huastecos. Los toponímicos serranos nos indican el origen étnico de las localidades, como Jalpan, Concá, Tancoyol, Tangojó, Puguinguía.
Los Frailes Agustinos
después de realizar en la ciudad de México y sus alrededores un gran
trabajo de evangelización, prosiguieron su labor apostólica en tres
rutas: la primera de ellas abarcó los ahora estados de Morelos, Puebla y Guerrero.
La segunda fue hacia el norte, ocupando los actuales
estados de Puebla, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro, y
la tercera tomó el rumbo de occidente en la zona de Guadalajara y
Zacatecas.
Los religiosos agustinos crecieron pronto en número y para finales del siglo XVI se contaba ya con cerca de 600 frailes, la mayoría de ellos criollos.
Los pocos agustinos españoles, minoría en la región, tomaron la iniciativa de fundar una nueva provincia, que nació en 1602, bajo el nombre de San Nicolás de Tolentino de Michoacán.
El primer trabajo apostólico de los agustinos fue la evangelización de los indígenas, que consistía en enseñarles el castellano, la doctrina cristiana y una “nueva manera de vivir como cristianos”.
Los religiosos también les enseñaron diversos oficios y una diferente manera de cultivar la tierra.
De manera especial se
distinguieron por mostrar mayor confianza en la capacidad espiritual de
los indígenas y fueron los primeros en administrarles la Eucaristía y en
defender sus derechos humanos y su capacidad de autogobierno.
Estos religiosos también
jugaron un rol muy importante en la educación de niños y jóvenes. Fueron
los primeros en fundar una escuela de enseñanza pública y desempeñaron a
la vez un gran papel como catedráticos, rectores y teólogos en la
Universidad Pontificia de México.
TEMPLO DE LOS AGUSTINOS EN ACOLMAN.MÉXICO.
Destacaron por ser magníficos arquitectos; levantaron monumentales conventos en Acolman, Actopan, Metztitlán, Yecapixtla, Yuriria, Cuitzeo y Salamanca. Estas construcciones, que todavía hoy pueden ser admiradas, contribuyeron al desarrollo del arte y arquitectura colonial.
Se sabe que en 1532, el conquistador Nuño Beltrán de Guzmán entró a la Sierra Gorda y asoló la región.
A partir de entonces se efectuaron varios intentos de evangelización por frailes Franciscanos y Agustinos, intentos
que fueron obstaculizados continuamente por levantamientos de grupos
originarios de estas tierras que, resentidos por la crueldad de los
españoles, huyeron a las montañas e inaccesibles barrancas.
La primera población de
españoles en toda esta región fue la hacienda de San Nicolás Concá,
poblada entre los años de 1533 y 1538 durante la encomienda de Pedro
Guzmán.
Su territorio ocupaba gran
parte de la Sierra Gorda y entraba hasta el territorio del actual Estado
de San Luis Potosí.
En 1587 Jalpan, Concá y su
comarca fueron adoctrinados por los Agustinos de Xilitla. En enero y
febrero del año 1601, Fray Lucas de los Ángeles, Franciscano del
convento de Xichú, visitó muchos lugares de la Sierra Gorda; y en Concá
convirtió a los Pames; bautizando a ocho de ellos.
En 1609 el Virrey Don
Luis de Velasco firmó un decreto para que los Franciscanos dejaran la
Misión a los Agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de
México para evangelizar a la Sierra Gorda; incluyendo el actual
territorio del municipio de Arroyo Seco.
No obstante, los
Franciscanos de la Provincia de Michoacán permanecieron en la Sierra.
Los Franciscanos y los Agustinos pugnaron misionar en la Sierra Gorda
pero los que más tiempo duraron fueron estos últimos; quienes
aprendieron los dialectos de los Pames y se adaptaron a sus costumbres
al convivir con ellos.
En los siglos XVI, XVII y
XVIII los agustinos crecieron, ejercieron una gran labor educativa y
tuvieron una gran fuerza moral en la nueva sociedad, sin embargo, este
crecimiento se vio interrumpido en 1754 cuando, al igual que las otras
órdenes religiosas, tuvieron que aceptar la ejecución del decreto real
llamado de la Secularización de las doctrinas, que los obligó a dejar sus conventos y parroquias en manos del clero secular.
EXCONVENTO DE SAN AGUSTÍN DE LA XILITLA.MÉXICO.
Esto trajo como consecuencia
que en 1782 la Provincia de México quedara sólo con 11 conventos, cinco
vicarías y alrededor de 700 frailes.
Una zona en la que
estuvieron los agustinos fue Xilitla .A la llegada de los misioneros
Agustinos en el siglo XVI, fue designado eclesiásticamente como “San
Agustín de la gran Xilitla”, por lo que a partir de entonces se le
conoce únicamente como Xilitla.
Los frailes agustinos dispusieron en 1537 la evangelización de la entonces llamada sierra Alta y se designó a fray Antonio de la Roa, para que misionara en ella.
Fray Antonio de la Roa fue el primer
evangelizador, y del cual se mencionan muchos hechos notables, que
incluso le dan categoría de santo.
En 1553 se empezó a edificar
el Convento de Xilitla, que debería servir para su fin y el otro como
fortaleza para resistir los ataques de los chichimecas.
El convento fue atacado en
1569 y 1587 por los Chichimecas, robaron en la sacristía y quemaron
todo lo que era bóveda, ante todos estos problemas los frailes agustinos
se retiraron de Xilitla a fines del siglo XVI, por lo que el convento
dejó de ser prioritario pues se trasladaron al convento de Huejutla, por
lo que la edificación sirvió de simple albergue a algunos agustinos que
ahí estuvieron hasta el año de 1859 en que tuvieron que abandonarlo por
entrar en vigor las leyes de Reforma.
NUÑO BELTRÁN GUZMÁN.
En 1526 llegó Nuño Beltrán de
Guzmán como gobernador de la provincia del Pánuco, a esta jurisdicción
pertenecía Xilitla
Fue mal Gobernador, pues
cometió innumerables injusticias y atropellos con los indios, pues saco
de la huasteca miles de ellos, para herrarlos y venderlos como esclavos,
les quito a los partidarios de Cortés las encomiendas que este les
había concedido, la de Oxitipa y pueblos sujetos a ella se le otorgó a
Pedro de Guzmán.
Estos ataques eran el producto del resentimiento que se tenía a las autoridades españolas, por el sometimiento tan brutal.
En el año de 1575 en que
llegó Luis Carbajal a la región, para descubrir el camino de Mazapil,
que resultó ser un mineral y así lo notifico al Virrey, este lo nombró “corregidor de los pueblos de Tamaolípan de su partido”, este sujeto era desalmado y cruel, pues se dice que en el convento de Xilitla llegó y juró “por el Santísimo Sacramento” que a los indios que vinieran a él de paz, a todos los que pudiera los daría como esclavos.
La inconformidad de los
Chichimecas en la región huasteca duró muchos años, lo que provocó que
Xilitla se despoblara, sus habitantes se dirigían a distintos lugares,
sin embargo los indios fueron pacificados por la fuerza de las armas.
Debido a lo anterior la
Alcaldía de Santiago de los Valles, suprimió el cargo de corregidor,
este era un funcionario de justicia que imponía el castigo de los
delitos y resolvía litigios de alguna cuantía, al suprimirse este cargo
revelaba el grado de decadencia en que por entonces se encontraba
Xilitla.( Cf. eloficiodehistoriar.com.mx/…/los-agustinos-primeros-frailes-en-la-huaste…)
IGLESIA DE SAN FRANCISCO JAVIER
7.-LOS JESUITAS EN EL TERRITORIO MEXICANO.
La primera evangelización de la
Nueva España, iniciada por franciscanos dominicos y agustinos tiene
durante los primeros cincuenta años una rapidísima expansión. Por eso la llegada a México de los jesuitas en 1572 se produce en el momento más oportuno.
La Compañía de Jesús, apenas nacida en la Iglesia, presta en la Nueva
España una ayuda de gran valor en colegios y centros educativos.
Hacia 1645, la Compañía
tenía en México 401 jesuitas, de los cuales unos atendían dieciocho
colegios, cada uno de ellos con más de seis sujetos, y otros atendían
parroquias o misiones (+Lopetegui-Zubillaga, Historia 729).
Por lo que a las misiones se refiere,
ya a partir de 1591 los jesuitas iniciaron en la periferia de México,
al oeste y al norte sobre todo, en condiciones durísimas con frecuencia,
unas misiones que llegaron a ser famosas en la historia del Nuevo
Mundo.
En esas zonas ocupadas por
tribus primitivas, que ni habían estado sujetas al imperio azteca, ni
tampoco apenas a la Corona española, los jesuitas realizaron una heroica
acción misionera, casi siempre regada con la sangre del martirio. Sinaloa, Chínipas, Tepehuenes, Tarahumara, Pimería y California, aunque la Compañía tuvo bastantes más que éstas.
Uno de los sistemas utilizados por la Compañía en México fue la creación de poblados .El
misionero reunía a los indios en poblados -ésta era una labor primera y
principal, a veces muy difícil-, nombraba gobernador al indio más
idóneo, el cual elegía capitán y teniente, alguacil y topiles o
ministros.
En seguida cesaban las
guerras, la poligamia, las grandes borracheras y la antropofagia. Se
construían poblados en torno a la iglesia y la plaza. Comenzaba una
labor agrícola y ganadera bien organizada. Y sobre todo se impartía la
doctrina a los indios en su lengua, diariamente a los niños, y también
cada día a los nuevos casados, hasta que tenían hijos.
Más grande incluso que la de Paraguay fue la provincia misionera de México, que incluía California, con 572 jesuitas y 122.000 indios.
TEMPLO DEL NOVICIADO JESUITA DE TEPOTZOTLÁN. HOY Museo Nacional del Virreinato, México.
Pronto se abriría un
noviciado éste tenía como propósito la formación de los jóvenes que
ingresaban a la orden, siendo ésta de carácter tanto académico como
religioso.
En el México virreinal, el
noviciado jesuita se encontraba en Tepotzotlán. Tras su llegada en el
año de 1580 a este poblado, los jesuitas comenzaron a aprender náhuatl,
mazahua y otomí, para así lograr la evangelización en las misiones,
fundando también un colegio dedicado al estudio de lenguas.
Para el siglo XVIII,
Tepotzotlán era uno de los centros educativos más importantes de la
Nueva España y también uno de los colegios de la Compañía con mayor
número de tierras, haciendas y ranchos. Esto facilitó que se
embarcaran en el esfuerzo de facilitar una educación completamente
gratuita, al tiempo que consolidaban un mayor apoyo económico a las
misiones
En 1589 entraron los primeros
españoles en territorio rarámuri por la región de Chínipas. Los
invasores llegaron buscando riquezas y los indígenas se mostraron
cordiales ante la amenaza de sus armas. Los rarámuri no querían
extraños en su territorio porque se les quería imponer un modo de vida y
trabajo diferente, al servicio de los españoles, que se reunieran en
poblados y dejaran sus creencias. Lucharon defendiendo su fe y su
cultura.
Hubo 5 rebeliones mayores con
15 años de guerra de 1616 a 1698, y las misiones jesuitas fundadas
independientemente en la Alta y la Baja Tarahumara en 1611 y 1626 sólo
pudieron trabajar durante 32 y 29 años, respectivamente, en todo el
siglo XVII. Murieron 14 misioneros en las rebeliones.
Finalmente los rarámuri optaron por la resistencia pacífica y el refugio en las montañas para salvar lo importante.
Los españoles renunciaron a
reunirlos en poblados y a quitarles sus rituales. Cambiaron sus tácticas
por un control político poniendo ‘capitanes’ y ‘gobernadores’ indígenas para organizar en grupos a los dispersos.
Los misioneros respetaron su religión y a su vez pusieron
‘fiscales’ entre los indígenas para convocar a las fiestas cristianas;
construyeron templos para reunir al pueblo; apoyaron el nuevo sistema de
autoridades; introdujeron la ganadería y nuevos cultivos.
Los misioneros fueron progresando en su trato con los rarámuri al participar en sus ceremonias.
Los rarámuri se rehusaban a
formar pueblos y temían hacerse cristianos pensando que se les
impondría, como ley de Dios, el trabajo de los españoles. A pesar de
todo, conservaron su independencia en lo que más les importaba, su
libertad en dispersión, formas de trabajo y ritos ancestrales, aunque
tolerando despojos y adoptando lo que les fue útil.
La vida del rarámuri
había cambiado ya a principios de siglo. Adoptaron elementos culturales
importantes como el nuevo sistema de autoridades en lo político, el
pastoreo y nuevos cultivos en sus formas de producción, el bautismo,
el templo y las fiestas cristianas en su religión. Las misiones
maduraron y se crearon lazos de afecto con los misioneros.
Misión jesuita de Cerocahui, centro religioso de la sierra tarahumara
Los rarámuri adoptaron así,
en cierta libertad, a los misioneros y su fe por el sustrato de
coincidencias y conveniencias que debió existir. Seleccionaron a su
manera lo que les enriquecía su visión de Dios y del mundo, dejando a un
lado lo que no les pareció significativo.
Hubo una adopción selectiva
ya que hasta hoy los misioneros siguen siendo aliados aceptados y
queridos, y los ‘chabochis’ (no-indígenas) siguen siendo adversarios y
temidos, aunque en convivencia pacífica.
Cuando se había logrado un avance en la misión y los rarámuri se reconocían como bautizados (rarámuri-pagótuame), vino
la expulsión de los jesuitas de los dominios de España en 1767. Se
contaba entonces con 22 misiones, además de una buena cantidad de
colegios y centros sociales.
CATEDRAL DE YUCATÁN, LA MAS ANTIGUA DE MÉXICO.
8.-EL CLERO SECULAR EN LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO.
Ya hemos visto cómo, en la
mayoría de los casos, los capellanes que acompañaban a los
conquistadores pertenecían al clero secular, en algunos casos además de
atender espiritualmente a los españoles, siempre que estos se asentaban
en un lugar, los capellanes no sólo se ocupaban de los españoles sino
también llevaban a cabo acciones religiosas con los nativos
bautizándolos y cuidando su formación cristiana.
Sin embargo la presencia del clero secular era mayor cuando la iglesia alcanzaba estabilidad
con la creación de diócesis y parroquias .Así los cabildos catedrales
estaban formados por clérigos lo mismo que la mayor parte de las
parroquias.
La tarea de las parroquias no
era únicamente una labor de conservación especialmente a través de la
administración de los sacramentos, la predicación y otras importantes
acciones, educativas por ejemplo, a través de las escuelas
parroquiales, sino también una tarea que las parroquias fueran auténticamente parroquias misioneras
La creación de diócesis en
el territorio mexicano fue más rápida y más numerosa que en otros
territorios americanos, enumeramos las creadas desde los inicios
hasta la independencia, ellas nos pueden orientar acerca de la
presencia del clero diocesano en la evangelización de México:
1518 Se crea la Diócesis de Carolense.
1535 Se crea la Diócesis de Oaxaca.
1536 Se crea la Diócesis de Michoacán.
1539 Se crea la Diócesis de Chiapas, también conocida como San Cristóbal de las Casas.
1546 Se crea la Provincia Eclesiástica de México (arquidiócesis).
1548 Se crea la Diócesis de Guadalajara.
1561 Se crea la Diócesis de Yucatán.
1620 Se crea la Diócesis de Guadiana o Durango.
1642 Se presentan los problemas entre el obispo Palafox y los jesuitas.
1777 Se crea la Diócesis de Linares, más tarde llamada de Monterrey.
1779 Creación de la Diócesis de Sonora.
BEATO OBISPO JUAN DE PALAFOX.
Presentamos ahora la obra del obispo Palafox, perteneciente al clero secular:
Juan de Palafox fue nombrado obispo de Puebla de los Ángeles. Era el año 1639. Confirmó su nombramiento, el 27 de octubre de ese mismo año, el papa Urbano VIII; el 20 de julio de 1640 pisaba Veracruz.
Su primer cometido en Puebla consistió en atajar los graves problemas existentes: conflictos
jurisdiccionales entre instancias reales y eclesiásticas, corrupción
administrativa, recursos más que escasos, omisión de los mandatos de la
Corona desde instancias virreinales, y enfrentamientos entre los
religiosos jesuitas y franciscanos y los poderes centrales y virreinal.
Cumplió la misión de arrestar
al virrey Diego López Pacheco Cabrera y Bobadilla, duque de Escalona y
marqués de Villena, por lo que pasó a ocupar su cargo.
Finalizó la construcción de la catedral de Puebla que se inauguró el 18 de abril de 1649. Mecenas cultural de primer orden, siguiendo las disposiciones del Concilio de Trento fundó
hospitales y templos, levantó el palacio episcopal y erigió los
colegios Tridentino de San Pedro (para gramática, retórica y canto
llano), el de Niñas Vírgenes de la Concepción, y el de teólogos de San
Pablo (para grados académicos), al que dotó de una excelente biblioteca
formada por cinco mil libros de ciencia y filosofía, hoy llamada
Palafoxiana.
Erigió nueve cátedras de
diversas facultades, instituyó una de lengua mexicana y giró visitas a
toda su diócesis sin consentir, según determinadas crónicas, «ser conducido a hombros por los indios». De
hecho, en defensa de la dignidad de los indígenas insistió a los
colonizadores españoles en no emplear otro método de conversión que no
fuera el de la persuasión.
El enfrentamiento de Palafox con los religiosos regulares, en especial con los jesuitas, se explica, básicamente,
por la insistencia del prelado en cumplir las cédulas reales que
exigían sujetarse a visita y examen, y por la obligación de pagar el
diezmo. Es más, ante la negativa de las Órdenes de acatar la
jurisdicción y someterse a la potestad episcopal, Palafox nombró 36
curas regulares y erigió otras tantas parroquias.
Indignados, en 1645 los jesuitas arremetieron contra él con informes denigrantes. En
1647 y 1649 aparecen registradas duras quejas formales ante Roma por
parte del prelado, al que, sin embargo, el papa Inocencio X no hizo
demasiado caso. Tan solo logró la emisión de un informe, el 14 de mayo
de 1648, que instaba a los jesuitas a respetar la jurisdicción
episcopal.
Un tira y afloja duro y
desagradable que terminó cayendo del lado de los seguidores de Ignacio
de Loyola. En mayo de 1649, Juan de Palafox abandonaba Puebla y
regresaba a España. ( Cf. http://www.elnortedecastilla.es › Noticias Castilla y León › Noticias Soria)
OBISPO DE MÉXICO JUAN DE ZUMÁRRAGA.
10.- LAS RELIGIOSAS EN LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO.
El primer convento americano
surgió en la ciudad de México en 1540 y fue obra de Juan de Zumárraga.
El gran arzobispo, íntimamente persuadido de la necesidad de contar con
algún monasterio en su diócesis, apenas obtuvo la correspondiente
licencia de Paulo III, dio el hábito concepcionista a cuatro beatas
reclutadas en España por el franciscano Antonio de la Cruz. Las beatas
habían viajado a México en 1530 en compañía de Hernán Cortés y durante
diez años se habían dedicado a la instrucción cristiana de las hijas de
los caciques.
MONJAS CONCEPCIIONISTAS.
En septiembre de 1541 ingresaron dos
jóvenes españolas, a las que siguieron grupos cada año más numerosos.
Entre las novicias de 1552 encontramos a dos nietas del emperador
Moctezuma.
Muy pronto la casa se quedó pequeña y hubo que pensar en su ampliación. Tanto la
abadesa de la Concepción como el cabildo eclesiástico y el ayuntamiento
de la ciudad abogaron por ella en cartas a Carlos V (1552) y Felipe II
(1561). En 1565 la Concepción alojaba ya la bonita cifra de 64
profesas. Pero todavía habría que esperar otros cuatro años antes de que
se autorizara la construcción del convento Regina Coeli (1570).
MOCTEZUMA
Entre 1570 y 1600 las monjas de la Concepción desplegaron una gran actividad fundacional, dando vida a cuatro conventos de su orden en la ciudad de México (1573, 1580,1594
y 1600) y a otros tres en Durango (1572), Guadalajara(1578) encauzaron
la vida religiosa de las dominicas de Oaxaca (1575) y de las jerónimas
dela capital azteca (1585) y participaron en la fundación del convento
de Santa Clara de la misma ciudad (1573) 1. Por su parte, las religiosas de Regina Coeli abrieron otro convento concepcionista en Oaxaca (1576). Simultáneamente surgían otros monasterios de dominicas, clarisas y jerónimas.
En 1600 entre México y
Guatemala albergaban ya 22 conventos de clausura, distribuidos por ocho
ciudades: México(11), Guadalajara (2), Puebla (3), Oaxaca (2),
Durango(1), Mérida (1), Guatemala (1), Morelia (1), y pertenecientes a
cuatro órdenes: concepcionistas (12),(5) “, clarisas (2) 12 y jerónimas
(3) .
MONJAS DOMINICAS.
Esta proliferación de monasterios y la rapidez con que se llenaban son el mejor índice de su aceptación social. En 1586 la Concepción de México alojaba a 130 profesas; dos años más tarde el de Jesús María, fundado en 1580, ya contaba con 66 profesas y 10 novicias.
Los siglos XVII y XVIII
fueron fecundos en la creación de conventos femeninos, hoy además de
reconocer la cicatería de los cronistas con respecto a la presencia de
las mujeres en la evangelización de México se están multiplicando
escritos en los que aparece que la presencia de la mujer no fue tan
escasa como los cronistas de la evangelización nos dieron a entender.( Cf.cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/50/TH_50_123_594_0.pdf).
EL CURA MIGUEL HIDALGO.
11.- LA IGLESIA CATÓLICA ANTE LAS INDEPENDENCIAS DE MÉXICO.
Cuando hablamos de la independencia
Mexicana nos referimos a tres momentos o clases de la misma 1.- La
Independencia de España. 2.- La Independencia de los Estados Unidos. 3.-
La independencia del imperio francés.
Nos referimos a los tres momentos desde el punto de vista de la actuación de las misma de la Iglesia católica.
a) La independencia de España.
La influencia de la clase
sacerdotal, la única que, como afirma Abad y Queipo, tenía resonancia en
el corazón del pueblo, en la guerra de Independencia es evidente. El
carácter popular de la misma y el hecho de que haya sido iniciada por
clérigos revela la conexión estrecha que entre el pueblo y sus curas de
almas existía, la participación que éstos tenían en la vida total de
buena parte de los mexicanos y la lealtad y confianza que el pueblo
había depositado en sus eclesiásticos, quienes eran no sólo consejeros
espirituales, sino maestros, amigos y compañeros en su angustia diaria.
LA BANDERA DE LA IDEPENDENCIA.
La guerra de Independencia muestra una participación estrecha entre el pueblo y sus curas, mexicanos casi todos, y una oposición de los prelados, españoles en su mayoría, a los anhelos de autonomía de México.
Importa mucho en este aspecto constatar el hecho de que cuando el
estado eclesiástico se halla ligado al pueblo estrechamente en sus
luchas sociales resultan aliados; mas cuando entre ellos se establece un
divorcio, el movimiento social lo arrolla y destruye. La independencia
representa el primer caso y como es el primer gran movimiento en el que
al lado de una disputa política se ventila otra de tipo social, la unión del pueblo con sus curas resultó fructífera.
En ella, buena parte de sus caudillos fueron eclesiásticos. Don José Bravo Ugarte señala que
de 161 que tomaron parte en ese movimiento, 128 lo hicieron dentro de
las filas insurgentes y 32 en las realistas. De los 128, 125 lo fueron
durante la primera lucha de Hidalgo, Morelos y Mina y sólo 4 en las
filas trigarantes. De ellos 92 eran del clero secular y 37 del regular. De los 32 realistas, 22 eran clérigos y 10 regulares.
b) La independencia de Estados Unidos
La guerra del cuarenta y siete en contra de los Estados Unidos representa el segundo episodio de este conflicto.
En él, la actitud de la Iglesia fue desigual. En tanto que algunos
prelados y eclesiásticos recibían al enemigo con Te Deum y bajo palio, otros condenaban con toda energía la invasión y varios más la combatían con las armas.
En esta lucha, tras la cual
no había ningún problema religioso, resulta, pese a los
desfallecimientos de algunos pocos, saludable, patriótica y positiva la actitud de la mayoría del clero.
Las palabras de condenación
que el vicario capitular de México don Manuel Irisarri y Peralta diera
contra la guerra son reveladoras de esa actitud.
Consideró la invasión como “la
más injusta y menos racional, la más cruel a que nunca ha dado ocasión
ni el menor motivo”, y agregaba: “Ya no hay un momento seguro y nuestra
esclavitud o nuestro triunfo, son los dos extremos […] Hoy en
consecuencia es decisivo que el espíritu público se levante, se reanime,
se consolide y uniforme, no debiendo pensarse en ningún otro objeto que
el de sostenerse, salvarse y vencer”. Notable es también la
actitud del obispo don Antonio Mantecón e Ibáñez, que entregó buena
parte de los bienes de su diócesis oaxaqueña para hacer frente a los
gastos de la guerra
.
c) La independencia ante la intervención francesa.
La intervención francesa a partir del año 62 es la culminación de ese proceso y en ella también hubo una actitud desigual.
Curas como Miranda y otros
más, rabiosamente reaccionarios y apegados al poder extraño
ennegrecieron las horas de la patria, y altos prelados como Labastida
contemporizaron y sirvieron al Imperio del que se alejaron al darse
cuenta de que las ideas que lo movían eran del todo opuestas a las que
ellos sustentaban.
Algunas veces en medio de la
gran confusión que significó la intervención y el Imperio Napoleónico se
levantaron contra ella y él, como lo hizo el por entonces canónigo
don Lázaro de la Garza, más tarde arzobispo de México, quien afirmaba
que no reconocería sino al gobierno legítimamente emanado del pueblo.
La Iglesia mexicana, mejor
dicho, algunos de sus miembros no supieron en circunstancias semejantes
comprender la alta y enorme significación que ella misma encierra al ser “una
institución supranacional, que coloca las necesidades espirituales de
los hombres sobre los intereses particulares de cada pueblo, pero a
ninguno de sus hijos exige que traicione a su patria o reniegue de su
raza”.( Cf.DR © 2006. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas.)
PRESIDENTE JUAN ÁLVAREZ
12.- LA IGLESIA CATÓLICA DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA MEXICANA.
La historia de las relaciones entre la iglesia católica y el estado mexicano la podemos resumir de la forma siguiente:
El 1 de marzo de 1854, se
proclamó el Plan de Ayutla en contra de la dictadura de Antonio López de
Santa Anna, la revolución encabezada por Florencio Villarreal, Juan
Álvarez e Ignacio Comonfort se extendió por diversas partes del país,
logrando el éxito en octubre de 1855.
Juan Álvarez asumió la presidencia de
forma interina, a su gobierno se unieron los liberales, entre ellos
Melchor Ocampo y Benito Juárez. Las nuevas políticas comenzaron a
implementarse, paralelamente se estableció un Congreso Constituyente.
Promulgación de las leyes:
Ley Juárez o Ley de Administración de Justicia Orgánica de los Tribunales de la Federación: suprimió
los fueros en materia civil del clero y del ejército, declarando a
todos los ciudadanos iguales ante la ley y la sociedad. Fue expedida por Benito Juárez el 23 de noviembre de 1855. Esta ley fue rechazada por los obispos y arzobispos de México y criticada por los conservadores.
Ley Lafragua o Ley de libertad de imprenta: permitió
la libertad de expresión en los medios impresos, entró en vigor el 28
de diciembre de 1855. Fue promulgada por el secretario de Relaciones
Exteriores e Interiores José María Lafragua. Derogó a la Ley Lares.
JOSÉ MARÍA LAFRAGUA.
Decreto que suprimió los votos religiosos. Se dio a conocer el 26 de abril de 1856.
Decreto que suprimió la Compañía de Jesús en México. Se dio a conocer el 5 de junio de 1856.
Ley Lerdo o Ley de
Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de Corporaciones
Civiles y Eclesiásticas: obligaba a las corporaciones cíviles y
eclesiásticas a vender casas y terrenos. Fue creada por Miguel Lerdo de
Tejada (hermano de Sebastián Lerdo de Tejada). Fue expedida el 25 de
junio de 1856.
Ley Lafragua o Ley del
Registro Civil. Por medio de esta ley se estableció el Registro del
Estado Civil. Fue expedida el 27 de enero de 1857.
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 fue promulgada el 5 de febrero de 1857.
El primero en jurarla fue el republicano y federalista Valentín Gómez
Farías, quien luchó por estos ideales toda su vida, desde las Cortes de
Cádiz, la Independencia de México y la Constitución de 1824 que había
sido derogada por el régimen centralista y la dictadura de Antonio López
de Santa Anna.
Ley Iglesias o Ley sobre derechos y aranceles parroquiales:
prohibió el cobro de derechos parroquiales y diezmo a las clases
pobres. Fue promulgada el 11 de abril de 1857 por José María Iglesias.
Ley de Nacionalización de
Bienes Eclesiásticos: esta ley complementa la Ley Lerdo de
desamortización de los bienes de la Iglesia, con un cambio importante:
los bienes ya no pasaban a manos de los rentistas. Fue expedida en
Veracruz el 12 de julio de 1859.
Ley de Matrimonio Civil: fue expedida en Veracruz el 23 de julio de 1859, por
medio de esta ley se estableció que el matrimonio religioso no tenía
validez oficial y estableció el matrimonio como un contrato civil con el
Estado, eliminando así la intervención de los sacerdotes y el cobro del mismo por parte de las iglesias.
Ley Orgánica de Registro
Civil: el registro del estado civil de las personas quedaba a cargo de
empleados de gobierno y no de la Iglesia. Se declararon los
nacimientos y defunciones como un contrato civil con el Estado. Fue
expedida en Veracruz el 28 de julio de 1859.
Decreto de secularización de cementerios:
declaró el cese de toda intervención del clero en cementerios y
camposantos, fue dado a conocer en Veracruz el 31 de julio de 1859.
Decreto supresión de festividades religiosas:
mediante este decreto se declararon los días que habrían de tenerse
como festivos, prohibiendo la asistencia oficial a las funciones
religiosas. Fue dado a conocer en Veracruz el 11 de agosto de 1859.
Ley sobre libertad de cultos: con esta ley la religión católica dejó de ser la única permitida. Mediante esta ley se permitió que cada persona fuera libre de practicar y elegir el culto que deseara, asimismo se prohibió la realización de ceremonias fuera de las iglesias o templos. Fue expedida en Veracruz el 4 de diciembre de 1860.
LUIS CLEMENTI DELEGADO APOSTÓLICO EN MÉXICO.
Decreto de expulsión: por
el cual se ordenó el exilio del delegado apostólico Luis Clementi, al
arzobispo José Lázaro de la Garza y Ballesteros y a los obispos Pedro
Espinosa y Dávalos y Pedro Barajas y Moreno. Fue dado a conocer en la Ciudad de México el 21 de enero de 1861.
Decreto de hospitales y establecimientos de beneficencia: por el cual quedaron secularizados dichos inmuebles. Fue dado a conocer en la Ciudad de México el 2 de febrero de 1861.
Decreto de exclaustración de monjas y frailes:
por el cual en toda la república se extinguieron los claustros y
conventos decretándose la salida de religiosos y religiosas que ahí
vivían, con la excepción de las Hermanas de la Caridad.( Cf. Wikipedia: Leyes de Reforma )
Porfirio Díaz
que fue reelegido hasta ocho veces en unas elecciones manipuladas (
1877 a 1910) ejerció una dictadura en toda regla, fue sin embargo más
tolerante con la Iglesia, aunque no revocó las leyes persecutorias, sin que él las aplicara.
Posteriormente Carranza y Obregón ( 1916-1920-1920-1924, ) y seguidamente Plutarco Elías Calles ( 1924-1929) ordenaron
crueles persecuciones con incendio de templos, robos, violaciones,
atropellos a sacerdotes y religiosas, expulsión de los sacerdotes
extranjeros, multas y prisión a quienes den enseñanza religiosa o vista
con hábitos clericales etc.
Los obispos mejicanos en una
carta pastoral del 27 de julio de 1926 protestan contra estos abusos;
Plutarco hizo caso omiso de estas protestas. A los pocos días el 31 de
julio y después de consultar a la santa sede, los obispos
ordenan la suspensión del culto en toda la República. De forma inmediata
una docena de obispos y el arzobispo de Méjico son expulsados del país.
GUERRA CRISTERA EN MÉXICO.
Es en este momento cuando empieza la llamada despectivamente la guerra cristera.
El curso de la guerra la podemos resumir en los siguientes pasos:
– Incubación, de julio de diciembre de 1926.
– Explosión del alzamiento armado, desde enero de 1927.
– Consolidación de las posiciones de julio de 1927 a julio de 1928.
– Prolongación del
conflicto, de agosto de 1928 a febrero de 1929, tiempo en el que el
gobierno comienza a entender que no podrá vencer militarmente a los
cristeros.
– Apogeo del movimiento cristero, de marzo a junio de 1929.
– Licenciamiento de los cristeros, en junio de 1929, cuando se producen los llamados arreglos entre la Iglesia y el Estado.( Cf Jean Meyer)
La historia de estos
arreglos alcanzados en junio de 1929 es triste. Llegaron desde Estados
Unidos, el embajador norteamericano Morrow que era masón, monseñor Ruiz y Florez, delegado apostólico, y monseñor Pascual Díaz y Barreto, a quienes los mantuvieron incomunicados.
Por eso puede afirmarse que estos dos obispos, al negociar con Portes Gil, no siguieron las indicaciones de Pío XI, ya que no tuvieron en cuenta el juicio de los demás obispos mejicanos ni el de los cristeros.
Tampoco consiguieron la derogación de las leyes persecutorias de la
Iglesia; y menos aún obtuvieron garantías escritas que protegieran la
suerte de los cristeros una vez depuestas las armas.
Solamente consiguieron del
presidente unas palabras de conciliación y buena voluntad, y unas
declaraciones escritas en las que sin derogar ley alguna, se afirmaba el
propósito de aplicarlas sin tendencia sectaria y sin perjuicio alguno.
Los obispos negociadores se
dieron por satisfechos con las promesas presidenciales. Los cristeros
entregaron las armas terminando el conflicto armado.
LOS MÁRTIRES DE LA CRISTIADA.
El gobierno no fue fiel a esos arreglos, pues comenzó a través de agentes “
el asesinato sistemático y premeditado de los cristeros que habían
depuesto las armas, con el fin de impedir cualquier reanudación del
movimiento…La caza del hombre fue eficaz y seria, ya que se puede
aventurar, apoyándose en pruebas la cifra de 1.500 víctimas, de las cuales 500 jefes, desde el grado de teniente al de general.
Esto supuso una larga y durísima prueba para la fe de los cristeros,
que sin embargo se mantuvieron fieles a la Iglesia con la ayuda de los
mismos sacerdotes que durante la guerra les habían asistido.”( Meyer
i.344-34 )
El mayor fruto de la
Cristiada fueron los mártires católicos que defendieron su fe con su
vida obligando a sus perseguidores, a una actitud menos sectaria contra
la Iglesia de los diversos gobiernos mejicanos en nuestros días.
MEMORIAL DE LA MUERTE DE FRANCISCO VERA.
Juan Pablo II beatificó a veintidós de los sacerdotes diocesanos, destacando que “
su entrega al Señor y a la Iglesia era tan firme, que aun teniendo la
posibilidad de ausentarse de sus comunidades durante el conflicto
armado, decidieron, a ejemplo del Buen Pastor, permanecer entre los
suyos para no privarles de la Eucaristía, de la Palabra de Dios y del
cuidado pastoral. Lejos de todos ellos encender o avivar sentimientos
que enfrentaron a hermanos contra hermanos. Al contrario, en la medida
de sus posibilidades procuraron ser agentes de perdón y reconciliación.”
CONFERENCIA EPISCOPAL MEXICANA .
13.-LA IGLESIA MEXICANA EN NUESTROS DÍAS.
Para responder a este párrafo
del tema hemos seleccionado unas cuantas noticias de la Iglesia
católica en méxico hoy, son estas:
1.- Texto Conferencia del Episcopado Mexicano / 10 de junio/ 2013.
A las comunidades diocesanas de la Provincia y a todas las personas de buena voluntad:
Con el tema “Seguridad, Justicia y Construcción de la Paz” nos
hemos reunido los obispos de las Diócesis de Chilpancingo-Chilapa,
Tlapa, Ciudad Altamirano, y Acapulco acompañados de agentes de pastoral
en la Casa Monte Tabor durante los días 5 y 6 de junio.
En un ambiente de fe y de oración hemos enfocado nuestra atención sobre la situación de violencia e inseguridad
que prevalece en las diversas regiones del estado de Guerrero, con el
fin de discernir las formas de acompañamiento pastoral que hemos de dar a
nuestros pueblos en sus esfuerzos por superar los efectos de las
diversas violencias atendiendo a las causas que las generan.
Al analizar las diversas formas de violencia, como
el caso de la intrafamiliar, la social, la generada por el crimen
organizado y lo gubernamental nos hemos dado cuenta de que es necesario
que reconozcamos que todos somos corresponsables de la generación de
violencia, desde la que se mantiene oculta en las familias hasta las más
visibles y crueles como la generada por el crimen organizado. Nadie puede decir que es inocente pues todos en mayor o menor grado participamos mediante nuestras omisiones o acciones.
Al mismo tiempo, hemos visualizado las diferentes respuestas que se han dado a la violencia desde la sociedad, desde los gobiernos y desde la Iglesia, reconociendo que estas respuestas han sido insuficientes e, incluso, contraproducentes.
Al respecto, hemos reconocido que cada quien responde de manera aislada y hasta contradictoria. Debiera
darse una línea de reflexión sobre la necesidad de generar procesos de
diálogo entre actores políticos, sociales y eclesiales, como condición
para la construcción de respuestas proporcionales y eficaces al afrontar
las diversas violencias.
El centro de atención de nuestro encuentro lo ocupó el gran desafío que la Iglesia identifica como la
construcción de ciudadanía para la paz, de manera que las grandes
estrategias encabezadas por las instituciones públicas incluyan el
indispensable componente social en la búsqueda de seguridad y en la
construcción de la paz. Sin la sociedad, la paz no será posible.
La ciudadanía para la paz
implica procesos en los que los ciudadanos participen de manera
responsable en acciones que directa o indirectamente tienen incidencia
social, política, cultural y eclesial en la construcción de la paz.
Las generalizadas respuestas del miedo y de la indiferencia retrasan las soluciones de fondo, mientras
que las respuestas que se han dado desde las policías comunitarias y
los movimientos de autodefensa, y otras iniciativas necesitan ser
encauzadas y apoyadas por las autoridades correspondientes y recibir un
acompañamiento pastoral y eclesial para que sean capaces de convertirse
en alternativas de construcción para la paz.
.MADRE LUPITA.
13.05.13 | 01:28. Archivado en Iglesia católica en México.
Madre Lupita, ángel de los enfermos. Sonia Gabriela Ceja Ramírez / Semanario de Guadalajara. 13 de mayo.-
¿Quién fue esta noble mujer?
Anastasia Guadalupe García Zavala nació en Zapopan (Jalisco, México) el
27 de abril de 1878. Su padre, Fortino García, tenía una tienda de
objetos religiosos frente a la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan.
Por ello, Guadalupe visitaba esta iglesia con mucha frecuencia, y desde
pequeña mostró un profundo amor a los pobres y a las obras de caridad.
Tenía fama de ser una joven
agradable y simpática, sin dejar de ser sencilla y transparente en su
trato, amable y servicial. Tuvo un noviazgo con un muchacho llamado
Gustavo Arreola, pero a la edad de 23 años sintió el llamado de Dios
para consagrarse a la vida religiosa, sobre todo en la atención a los
enfermos y a los pobres.
Le confió esta inquietud a su
director espiritual, el P. Cipriano Íñiguez Martín del Campo, sacerdote
muy joven, quien, a su vez, le dijo que él había tenido la inspiración
de fundar una congregación religiosa para atender a los enfermos del
hospital que había fundado un par de años atrás el P. José Salomé
Gutiérrez, y la invitó a comenzar esta labor. Así fue que, entre los dos, fundaron la Congregación Religiosa de Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres.
“Convencer a mi familia
de la resolución que había tomado (de ser religiosa) me costó mucho
trabajo; sobre todo, convencer a mi mamá. Eso no pude lograrlo. Me decía
que irme al Hospital de la Beata Margarita era una locura, porque allí
no había nada. Mi papá fue el primero en comprenderme y fue él quien me
acompañó para entregarme el 13 de octubre de 1901”.
Al inicio, cuando se fundó la
congregación, la Madre Lupita era la única miembro. Ejerció el oficio
de enfermera, arrodillándose para atender a los primeros enfermos en el
hospital, que al inicio carecía de muchas cosas; sin embargo, siempre
derrochó ternura y compasión, procurando, especialmente para los
pacientes, un buen cuidado en la vida espiritual.
ATRIO DE LOS GENTILES.
08.05.13 | 03:34. Archivado en Iglesia católica en México, Cristianismo
Guillermo Gazanini Espinoza / Secretario del Consejo de Analistas Católicos de México. 08 de mayo.-
En la tradición judía, los que estaban fuera de Israel eran goyim, gentiles, extraños al Pacto. Para
el cristianismo, esos gentiles incircuncisos recibieron la fe; a ellos,
autoridades y filósofos, el apóstol Pablo dirige su predicación en el
areópago, anunciándoles a un Dios desconocido (Hch 17, 22.31).
El diálogo con quienes no
creen abre un cauce excepcional para demostrar el sentido del
cristianismo y su propuesta como religión capaz de fincar un diálogo.
Fue en 2009 cuando Benedicto XVI animó a la Iglesia a dar una atención especial a los no creyentes.
Con el Atrio de los Gentiles, una figura con implicaciones bíblicas que
rematan, a mi juicio, en ese anuncio paulino, la Iglesia pretende
escuchar a los que ven la religión como factor anquilosado en medio del
dinamismo secularista.
Ya el Atrio de los
Gentiles ha sido difundido y comentado ampliamente por diversos medios
de comunicación con motivo de la visita del presidente del Pontificio
Consejo para la Cultura, Cardenal Gianfranco Ravasi. La UNAM dará
acogida al Prelado, en el Instituto de Investigaciones Filosóficas, en
una recinto lo más laico posible para desarrollar este singular evento.
La presencia del enviado
pontificio levantará muchas expectativas en el mundo cultural y
académico. En esta ocasión, el Atrio viene a un país donde laicismo y
devoción se enfrentan, donde indiferencia y religiosidad son cotidianos
y, sobre todo, en un país donde la cultura católica, alguna vez
descollante, ahora no aparece.
CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL NIÑO.
30.04.13 | 14:34. Archivado en Iglesia católica en México, Análisis y Opinión
Guillermo Gazanini Espinoza / CACM. 30 de abril.-
El Día del Niño resulta
oportuno para reflexionar sobre la situación de este grupo social.
Sirven de preámbulo las duras reflexiones del Arzobispo Primado de
México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, en la homilía del domingo
pasado: Se escuchan los reclamos de los que quieren aniquilar
impunemente al niño en el vientre materno y terminar con la vida del
anciano que ya no es productivo; en nombre de una “preferencia
sexual” hombres y mujeres son prostituidos y miles de niños y niñas
explotados sexualmente, a ellos no hay quien los defienda, pero
ciertamente hay quien está lucrando y quien está encubriendo a los
explotadores…
A nivel nacional, los niños
viven una situación de emergencia. Los reportes de los organismos
internacionales advierten que México se encuentra en la lista de países de la OCDE que ocupa los primero lugares en maltrato infantil.
Y es que este país, donde prima el imperio de la impunidad, la justicia
llega para los que pueden obtenerla a costa de los vulnerables.
Mientras se pide la criminalización del
bullying y proteger a los niños en edad escolar contra la violencia de
compañeros, el otro lado de la moneda diviniza el aborto, casi 100 mil
desde su tolerancia en la legislación penal a partir del 2007; encubre a
los tratantes y al seno del núcleo familiar, las golpizas,
laceraciones, ofensas y denigraciones son tolerados como recursos
adecuados para impartir disciplina en los hijos.
5.- Recuerdo de un líder laico. En el 86 aniversario del martirio del beato Anacleto González Flores
01.04.13 | 20:54. Archivado en Iglesia católica en México, Cristianismo
Luis de la Torre Ruiz / El Semanario de Guadalajara. 1 de abril.-
La Ciudad de Guadalajara
está consternada. La angustia y la impotencia ahogan sus gargantas. Un
murmullo, como rezo, recorre las calles. Aquella tarde del viernes
primero de abril de 1927 llegaba al Cuartel Colorado un piquete de
soldados empujando violentamente a cuatro jóvenes que habían sido
aprehendidos unas horas antes.
Ellos eran: Anacleto González Flores, dos hermanos Vargas y Luis Padilla.
Habían escapado de esa redada los jóvenes acejotaemeros (miembros de
la Asociación Católica de la Juventud Mexicana, ACJM) Antonio Gómez
Robledo -posteriormente un brillante Humanista y Diplomático- y Agustín
Yáñez Delgadillo -con el tiempo, gran Literato, Gobernador del Estado y
Secretario de Educación Pública-, gracias a las influencias de sus
padres y amigos con el Gobierno de José Guadalupe Zuno Hernández.
Luego de ser maltratados
los prisioneros, los esbirros se ensañaron con Anacleto, lo colgaron de
los pulgares y lo acosaron con groserías y preguntas para que delatara
el sitio donde se encontraba oculto el Arzobispo Francisco Orozco y
Jiménez.
Le pedían, además, que diera
los nombres de los dirigentes de la Unión Popular. Ante su silencio,
Anacleto fue herido por la espalda a bayoneta calada. Y, ya a punto
de muerte, fue arrastrado al patio del Cuartel para ser fusilado junto
con sus compañeros. Pronto, los cuatro cuerpos yacerían en medio de un
charco de sangre.
Lo que siguió fue un cuadro
de lo más desolador: El Cuartel Colorado se teñía de rojo, rememorando
la roja tierra de Tepatitlán, tierra natal del Mártir. El crepúsculo de ese día canicular también enrojecería a jirones el cielo.
CÁRITAS MÉXICO.
6.- Cáritas Mexicana ha puesto en marcha un dispositivo especial de emergencia para movilizar a todos sus equipos diocesanos con objeto de poder dar respuesta urgente a las comunidades más vulnerables ante el impacto de la gripe porcina.
La Comisión de Pastoral
Social-Cáritas Mexicana, además de estar en contacto y apoyo con las
Cáritas de la zona metropolitana de la Ciudad de México, en donde 259
dispensarios parroquiales y 16 hospitales de institutos religiosos
están atendiendo a la población civil y colaborado con las autoridades
sanitarias en la respuesta a la epidemia, ha realizado una visita de
apoyo a la Cáritas de San Luis Potosí, una de las zonas donde se están
confirmando mayor número de casos del viris A H1N1.
En esa Cáritas, además de la
atención a los ciudadanos mexicanos, se ha puesto en marcha un programa
de apoyo a migrantes centroamericanos en tránsito hacia los Estados
Unidos.
Asimismo, y según revela Cáritas México en un comunicado, además
de la alarma creada como consecuencia de la emergencia sanitaria y
económica, en San Luis Potosí se ha desatado mucha inseguridad porque se
han dado casos de personas que se hacen pasar por miembros de las
brigadas sanitarias y aprovechan la confianza de los vecinos para
asaltar los hogares y despojar de sus bienes a la población.
Cáritas México ha agradecido
públicamente las muestras de solidaridad y apoyo de que está siendo
objeto por parte de numerosas instituciones y personas privadas, que se
han puesto a disposición de Cáritas para colaborar en el operativo de
respuesta a la emergencia. Asimismo, Cáritas Española y otras muchas
Cáritas donantes han transmitido a la Cáritas Mexicana su disponibilidad
de colaboración y su cercanía.
14.- LA DEVOCIÓN A LA MADRE DE DIOS EN MÉXICO.
La devoción a la Virgen en México tiene
múltiples manifestaciones, pero el signo culmen de esta devoción está
centrada en la Virgen de Guadalupe, por ello en este apartado nos vamos a
centrar en su historia y devoción.
LA VIRGEN DE GUADALUPE Y EL MISTERIO DE SUS OJOS.
1.-La historia del fenómeno
Patrona de México y Emperatriz de América, su festividad se celebra el 12 de diciembre.
Su Historia es tomada del escrito del indio Nican Mophua del siglo XVI:
Un sábado de 1531 a principios de
diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo
en que residía a la ciudad de México a clase de catecismo y a la Santa
Misa. Al llegar junto al cerro llamado Tepeyac amanecía y escuchó que le
llamaban de arriba del cerro diciendo: «Juanito, Juan Dieguito».
ANTE LA IMAGEN DE LA VIRGEN.
Él subió a la cumbre y vio a una Señora
de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual
con palabras muy amables y atentas le dijo: «Juanito: el más
pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del
verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya
aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión,
auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los
demás amadores míos que me invoquen y en Mí confíen. Ve donde el Señor
Obispo y manifiéstale que deseo un templo en este llano. Anda y pon en
ello todo tu esfuerzo. Ten seguro que te agradeceré bien y te lo pagaré.
Vas a merecer que yo te recompense el trabajo y fatiga con que procures
hacer lo que te encomiendo».
Él se arrodilló y le dijo: «Señora mía, voy corriendo a cumplir lo que me has mandado. Yo soy tu humilde siervo». Y se fue de prisa a la ciudad y camino al Palacio del Obispo, que era Fray Juan de Zumárraga, religioso franciscano.
Cuando el obispo oyó lo que le decía el indiecito Juan Diego, no le creyó. Solamente le dijo: «Otro día vendrás y te oiré despacio».
Juan Diego se volvió muy triste porque no
había logrado que se realizara su mensaje. Se fue derecho a la cumbre
del cerro y encontró allí a la Señora del Cielo que le estaba
aguardando. Al verla se arrodilló delante de Ella y le dijo: «Señora,
la más pequeña de mis hijas, niña mía, expuse tu mensaje al obispo,
pero no me creyó. Comprendí, por la respuesta que me dio, que pensó,
quizás que es una invención mía que tú quieres que te hagan aquí un
templo. Por lo cual te ruego que le encargues a alguno de los
principales que le lleve tu mensaje para que le crean, porque yo soy un
pobre hombrecillo, el último de todos. Perdóname que te cause esta gran
pesadumbre, Señora y Dueña Mía».
Ella le respondió: «Oye, hijo
mío, el más pequeñito, es preciso que tú mismo solicites y ayudes a que
se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío, y aún te mando, que
otra vez vayas mañana a ver al obispo. Dile que yo, en persona, la
siempre Virgen María, Madre de Dios, te envía, para hacerle saber mi
voluntad: que deben hacer aquí el templo que les pido».
Pero al día siguiente el obispo tampoco
le creyó a Juan Diego y le dijo que era necesaria alguna señal
maravillosa para creer que era cierto que lo enviaba la misma Señora del
Cielo. Y lo despidió.
LA IMAGEN CON EL TÍO BERNARDINO.
El lunes, Juan Diego no volvió al sitio
donde se le aparecía nuestra Señora porque su tío Bernardino se puso muy
grave y le rogó que fuera a la capital y le llevara un sacerdote para
confesarse. Él dio la vuelta por otro lado del Tepeyac para que no lo
detuviera la Señora del Cielo, y así poder llegar más pronto a la
capital. Mas Ella le salió al encuentro en el camino por donde iba y le
dijo: «Ten entendido hijo mío, el más pequeño, que no es tan
importante lo que te asusta y aflige. No se entristezca tu corazón ni
te llenes de angustia. ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿Acaso
no soy tu ayuda y protección? No te aflijas por la enfermedad de tu
tío, que en este momento ha quedado sano. Sube ahora a la cumbre del
cerro y hallarás distintas flores. Córtalas y tráelas».
Juan Diego subió a la cumbre del cerro y
se asombró muchísimo al ver tantas y exquisitas rosas de Castilla,
siendo aquel un tiempo de mucho hielo en el que no aparece rosa alguna
por allí, y menos en esos pedregales. Llenó su poncho o larga ruana
blanca con todas aquellas bellísimas rosas y se presentó a la Señora del
Cielo.
Ella le dijo: «Hijo mío, esta
es la prueba que llevarás de parte mía al obispo. Te considero mi
embajador, muy digno de confianza. Ahora te ordeno que sólo delante del
obispo despliegues tu manta y descubras lo que llevas. Contarás todo lo
que viste y admiraste para que logres que el prelado construya el templo
que he pedido».
Juan Diego se puso en camino, ya contento y seguro de salir bien. Al llegar a la presencia del obispo le dijo: «Señor,
hice lo que me mandaste hacer: Pedí a la Señora del Cielo una señal.
Ella aceptó. Me despachó a la cumbre del cerro, y me mandó cortar allá
unas rosas y me dijo que te las trajera. Así lo hago, para que en ellas
veas la señal que pides, y cumplas su voluntad. Helas aquí».
Desenvolvió luego su blanca manta, y así
que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla,
se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la Virgen
María, Madre de Dios, tal cual se venera hoy en el templo de Guadalupe
en Tepeyac. Luego que la vieron, el Obispo y todos los que allí estaban,
se arrodillaron llenos de admiración. El prelado desató del cuello de
Juan Diego la manta en que se dibujó y apareció la Señora del Cielo y la
llevó con gran devoción al altar de su capilla. Con lágrimas de
tristeza oró y pidió perdón por no haber aceptado antes el mandato de la
Virgen.
La ciudad entera se conmovió, y venían a
ver y admirar la devota imagen y a hacerle oración; y le pusieron por
nombre la Virgen de Guadalupe, según el deseo de Nuestra Señora. Juan
Diego pidió permiso para ir a ver a su tío Bernardino, que estaba muy
grave. El obispo le envió un grupo de personas para acompañarlo. Al
llegar vieron a su tío estaba muy contento y que nada le dolía. Y
vinieron a saber que había quedado instantáneamente curado en el momento
en que la Santísima Virgen dijo a Juan Diego: «No te aflijas por la enfermedad de tu tío, que en este momento ha quedado sano».
El obispo trasladó a la Iglesia Mayor la
santa imagen de la amada Señora del Cielo. La ciudad entera desfilaba
para admirar y venerar la Sagrada Imagen, maravillados todos de que
hubiera aparecido por milagro divino; porque ninguna persona de este
mundo pintó su preciosa imagen.
1.-Descripción de la Imagen.
La imagen de Nuestra
Señora de Guadalupe quedó impresa en un tosco tejido hecho con fibras de
maguey. Se trata del ayate, usado por los indios para acarrear cosas y
no de una tilma, que usualmente era de tejido más fino de algodón. La
trama del ayate es tan burda y sencilla, que se puede ver claramente a
través de ella, y la fibra del maguey es un material tan inadecuado que
ningún pintor lo hubiera escogido para pintar sobre él.
La imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe es una maravillosa síntesis cultural, una obra maestra que
presentó la nueva fe de manera tal que pudo ser entendida y aceptada
inmediatamente por los indios mexicanos. Es imposible de
describir aquí la rica y complicada simbología que contiene este
cuadro-códice porque cada detalle de color y de forma es portador de un
mensaje teológico.
El rostro impreso en el ayate es el de una joven mestiza; una anticipación, pues en aquel momento todavía no habían mestizos de esa edad en México.
María asume así el dolor de miles de
niños, los primeros de una nueva raza, rechazados entonces tanto por los
indios como por los conquistadores.
El cuadro que se conserva en la
moderna Basílica del Tepeyac mide aproximadamente 66 pulgadas de alto y
41 pulgadas de ancho y la imagen de la Virgen ocupa unas 56 pulgadas del
mismo. La Virgen está de pie y su rostro se inclina
delicadamente recordando un poco las tradicionales “Inmaculadas”. Esta
oportuna inclinación evita que el empate que une las dos piezas del
tejido caiga dentro de la faz de la Virgen.
El manto azul salpicado de
estrellas es la “Tilma de Turquesa” con que se revestían los grandes
señores, e indica la nobleza y la importancia del portador. Los rayos del sol circundan totalmente a la Guadalupana como para indicar que ésta es su aurora.
Esta joven doncella mexicana está
embarazada de pocos meses, así lo indican el lazo negro que ajusta su
cintura, el ligero abultamiento debajo de este y la intensidad de los
resplandores solares que aumenta a la altura del vientre. Su
pie está apoyado sobre una luna negra, (símbolo del mal para los
mexicanos) y el ángel que la sostiene con gesto severo, lleva abiertas
sus alas de águila.
La Virgen de Guadalupe se presentó ante
sus hijos como la Madre del Creador y conservador de todo el universo;
que viene a su pueblo porque quiere acogerlos a todos, indios y
españoles, con un mismo amor de Madre.
Con la prodigiosa impresión en el ayate comenzaba un nuevo mundo, la aurora del sexto sol que esperaban los mexicanos. El
cuadro de la Virgen de Guadalupe estuvo 116 años expuesto a las
inclemencias del ambiente, sin protección alguna contra el polvo, la
humedad, el calor, el humo de las velas y el continuo roce de miles y
miles de objetos que fueron tocados a la venerada imagen, además del
constante contacto de manos y besos de innumerables peregrinos.
Se ha comprobado que el tejido de maguey
es de muy fácil descomposición; cualquier tejido de esta fibra vegetal
no puede conservarse más allá de veinte años y sin embargo el ayate de
Juan Diego ha resistido mucho más de cuatro siglos en perfecto estado de
conservación.
1.-3.-Los Papas y la Virgen de Guadalupe
Pío X proclamó a Nuestra Señora de Guadalupe “Patrona de toda la América Latina”; Pío
XI, de “Patrona de todas las Américas”; Pío XII la llamó “Emperatriz de
las Américas”; y Juan XXIII, “La misionera celeste del Nuevo Mundo” y
“la Madre de las Américas”. En la gran basílica Juan Pablo II beatificó al indio Juan Diego el 6 de mayo de 1990.
En sus cuatro visitas a México, Juan
Pablo II ha visitado el Tepeyac y honrado con profundo amor filial a la
Virgen de Guadalupe a quien ha encomendado el continente Americano y su
nueva evangelización
TELA DE AYATE MEXICANO.
1.-4.-El Fenómeno de la Tela.
Lo primero que llama la atención de los
expertos en textiles es que esta manta se haya podido conservar durante
siglos, expuesta al polvo, al calor y a la humedad, sin que se haya
deshilachado ni desteñido su bella policromía. Siempre estuvo así
expuesta a todo, y sólo desde hace unos años la cubrieron con un vidrio.
La tela está hecha en una fibra de ayate mexicano que, por su naturaleza, se descompone por putrefacción dentro de veinte años.
Así ha sucedido con varias reproducciones de la imagen que se han
fabricado con este mismo tejido. Sin embargo este lienzo lleva
cuatrocientos cincuenta años, desde el tiempo de Hernán Cortés, sin
desgarrarse ni descomponerse. Por causas ininteligibles a los expertos,
es refractaria a la humedad y al polvo.
1.-5.-El Fenómeno de la Imagen.
La pintura que cubre la tela es otro misterio. El
sabio alemán Kuhn, premio Nobel en Química, ha estudiado esta pintura, y
su respuesta dejó atónitos a los oyentes: «Estos colorantes no son ni
minerales, ni vegetales, ni animales». No han podido explicar el origen
de los pigmentos que dan color a la imagen, ni la forma en que ésta fue
pintada.
Se podría pensar que la tela ha resistido
tanto porque la habrían encolado y preparado de manera especial como a
otras pinturas famosas, para que tuviera gran resistencia. Pero el Señor Callaga, del instituto espacial NASA, de Estados Unidos,
la ha estudiado con aparatos de rayos infrarrojos y ha descubierto que
la tela no tiene ningún engomado ni preservativos, y que no se puede
explicar cómo esa imagen ha resistido cuatro siglos en un lienzo tan
ordinario. Con estos rayos infrarrojos se ha descubierto que la imagen
no tiene esbozos previos -como se ve en los cuadros de Rubens y
Tiziano-, sino que fue plasmada directamente, tal cual se la ve, sin
tanteos ni rectificaciones.
La imagen no tiene pinceladas. La técnica empleada es desconocida en la historia de la pintura. Es incomprensible e irrepetible.
1.-6.-El Fenómeno de las Pupilas.
Un famoso
oculista, Lauvvoignet, examinó con un poderoso lente la pupila de la
Virgen, y observó, maravillado, que en el iris se ve reflejada la imagen
de un hombre. Esto fue el principio de una investigación que condujo a
los más inesperados descubrimientos.
Por medio de la digitalización se observa
en la pupila de una fotografía todo lo que la persona estaba mirando en
el momento de tomarse la foto. El Dr. Tosnman, especializado en
digitalización, le ha tomado fotografías a la pupila de la Virgen de
Guadalupe. Después de ampliarlas miles de veces, logró captar detalles
imposibles de ser captados a simple vista. ¡Ha descubierto lo que la Virgen miraba en el momento de formarse la imagen en la tilma de Juan Diego!
Los detalles que aparecen en las fotografías de la pupila de la Virgen de Guadalupe son: un
indio en el acto de desplegar su ruana ante un religioso; un
franciscano en cuyo rostro se ve deslizarse una lágrima; un hombre con
la mano sobre la barba en señal de admiración; otro indio en actitud de
rezar; unos niños y varios religiosos franciscanos más. O sea, todas las
personas que según la historia de la Virgen de Guadalupe, escrita hace
varios siglos, estaban presentes en el momento en que apareció la
sagrada imagen.
Lo que es radicalmente imposible es que
en un espacio tan pequeño, como la córnea de un ojo situado en una
imagen de tamaño natural, aún el más experto miniaturista lograra pintar
todas esas imágenes que ha sido necesario ampliar dos mil veces para
poderlas advertir.
La ciencia moderna se queda sin
explicaciones ante las maravillas de la imagen de la Virgen de
Guadalupe. Es una realidad irrepetible. Sobrepasa todas las
posibilidades naturales, por lo que se puede decir que estamos ante un
hecho sobrenatural.
Una tilma que no se corrompe. Unos
colores que no fueron pintados. Una pupila que contiene toda la escena y
todas las personas del momento del milagro. Estamos ante una imagen que
ni el tiempo ni los atentados de hombres han podido vencer.
( Cf. Copyright 2001. BIBLIOTECA ELECTRÓNICA CRISTIANA -BEC- VE MULTIMEDIOS™.
La versión electrónica de este documento ha sido realizada por VE
MULTIMEDIOS – VIDA Y ESPIRITUALIDAD con autorización del autor. Todos
los derechos reservados. La -BEC- está protegida por las leyes de
derechos de autor nacionales e internacionales que prescriben parámetros
para su uso. Hecho el depósito legal.)
CAPILLA DEL CERRITO DE LA VIRGEN DE GUADALUPE.
2.-LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE GUADALUPE.
No hay duda que a cualquier parte donde
emigra el mexicano lleva consigo a la Virgen de Guadalupe . Donde
quiera que se establezca, allí impone su arraigada devoción hacia la
Virgen Morena y su tradicional fiesta de honrarla cada 12 de diciembre.
Para el mexicano la Virgen de
Guadalupe es más que un icono de fe y devoción, es parte integral de su
historia y de su identidad.
“La influencia [de la Virgen de Guadalupe ] en la cultura e historia de México comienza a partir de allí“,
dice Susan Fitzpatrick-Behrens, profesora de historia de la Universidad
del Estado de California en Northridge, con especialidad en el tema de
religión en Latinoamérica.
La influencia de la Virgen se ve en acontecimientos sociopolíticos del país azteca. Bajo su imagen, en 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio el grito independentista de ese país
y, como afirma Fitzpatrick-Behrens, unificó a todo un país conformado
por indígenas, mestizos y criollos, dándole una sola identidad como
nación:
A tal punto que hasta un liberal tan notorio como don Ignacio Manuel Altamirano llegó a decir : “El
día en que no se adore a la Virgen del Tepeyac en esta tierra, es
seguro que habrá desaparecido no sólo la nacionalidad mejicana, sino
hasta el recuerdo de los moradores de la Méjico actual”.
MÁS DE SEIS MILLONES DE PERSONAS EN GUADALUPE.
La Virgen de Guadalupe es:
Patrona de la Ciudad de México (1737)
Patrona de México (1895)
Patrona de América Latina (1945)
Patrona de los estudiantes del Perú (1951) por el papa Pío XII
Reina de México y emperatriz de América (papa Juan Pablo II, en el año 2000).
La basílica Nuestra Señora de
Guadalupe es el segundo santuario cristiano más visitado del mundo
(después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano), más que el
santuario de la Virgen de Lourdes y de Fátima, con más de 14 millones de
visitantes todo el año en innumerables peregrinaciones desde todas las
partes del país.
La primera
ermita del Tepeyac se construye a fines de 1531, mas tarde se levantaron
otros templos al pie del cerro, hasta construirse en 1976, la actual
Basílica de Guadalupe, en la que caben 40000 personas, esta basílica es
de forma circular, está hecha de mármol, tiene un órgano monumental y
cuenta con siete puertas frontales.
Las banderas de todos los países
del continente americano ondean permanentemente, en el lugar mismo
donde la Virgen se le apareció a Juan Diego permanece la modesta Capilla
del Cerrito, que data de 1740, a un lado de la basílica se localiza la
Capilla del Pocito, que se terminó de construir en 1791, y cuya fachada
está revestida de tezontle y mosaicos azules v blancos, una multitud
procedente de todos los rincones de México se dirige en procesión a la
basílica año tras año llegando a contabilizarse hasta 6 millones de
personas.
Se puede afirmar por ello que : el milagro de la Virgen de Guadalupe se perpetua a través de los siglos en las manifestaciones de fe del pueblo mejicano.
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