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domingo, 21 de febrero de 2016

SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN PERÚ.


SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN PERÚ.

           Estos  serán los apartados que seguiremos en la exposición del tema, apartados, que como se verá algunos  tienen su-apartados, que no reseñamos en este índice:
 1.- La Evangelización y la conquista.
2.- Conquista del territorio peruano.
3.- Evangelización del territorio en tiempo de la Colonia.
4.- La actitud de la Iglesia ente la declaración  de la independencia Perú.
5.- La Iglesia peruana  después de la independencia.
6.- La Iglesia Católica  Peruana en nuestros días.
7.- Santos y Santas de la iglesia peruana.
8.- Mártires de la Iglesia peruana.
9.-Conservadores, progresistas, liberales, derechas, izquierdas…


1.LA EVANGELIZACIÓN Y LA CONQUISTA.
La cristianización  y la conquista del Perú, como en otras partes de América, fueron dos hechos simultáneos, pues desde la perspectivas de los Papas y de la Corona Española, la conquista de estas tierras sólo se justificaba por el hecho evangelizador por el que muchas almas idólatras en poder del maligno serían liberadas de la idolatría  al entrar en conocimiento del verdadero Dios, mientras que desde la perspectiva de los colonizadores, los fines de la conquista con independencia de la fe de los mismos, era conseguir nuevos territorios, riquezas, dominio  y prestigio social.
 Esta unidad se patentizaba por diversos hechos, por ejemplo por el dato de que los conquistadores iban acompañados   de capellanes, clérigos o religiosos, que aunque atendían espiritualmente a los soldados, también, cuando se presentaban ocasiones propicias, bautizaban a los  indígenas; al fundar una ciudad, a la que en muchas ocasiones se les adjudicaban nombres cristianos, entre los primeros terrenos que se adjudicaban  para la construcción de edificios de uso público se encontraba un lugar para la iglesia, que una vez construida se convertía en un lugar de cristianización y a partir de la creación de parroquias se terminaba creando una diócesis.
 IMPERIO INCA.
2.- CONQUISTA DEL TERRITORIO PERUANO.
 a) Una conquista hecha en poco tiempo y con escasos recursos.
La conquista del territorio peruano tuvo unas características especiales entre las cuales no era la menos importante la de que  a la llegada de los españoles,  en el mismo existía una verdadera organización política y social, con un poder de carácter imperial al que voluntaria o a la fuerza estaban sometidos otros poderes. Nos referimos al Imperio Inca.
           Cuan do la civilización inca llego a su momento de máximo esplendor ocupaba en total unos dos millones de kilómetros cuadrados. Su territorio se extendía desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y Argentina y comprendía gran parte de los actuales territorios de Ecuador Bolivia y Perú
            Dicho imperio se denomino Tahuantinsuyo, que significa Imperio de los cuatro puntos cardinales. Los incas impusieron su cultura, su forma de gobierno y su idioma quechua o quichua a los pueblos conquistados.
           Este enorme imperio estaba comunicado con la inmensa red de caminos y puentes colgantes. Por estos caminos circulaban soldados, mercancías y mensajeros. Los mensajeros eran los encargados de llevar la órdenes y las noticias a todos los lugares del imperio. La capital del imperio era la ciudad de Cusco.
           Esta circunstancia fue la que facilitó una conquista realizada en poco tiempo y con escasos recursos.
 EL EMPERADOR DEL PUEBLO INCA 
b) El suceso de Cajamarca del 16 de noviembre de 1532.
 La estrategia para la conquista del Perú fue la derrota y conquista del imperio Inca.
           Dos personas se conjuraron especialmente  para este fin Francisco Pizarro y Diego de Almagro
           Francisco Pizarro era . hijo natural del capitán Gonzalo Pizarro, desde muy joven participó en las guerras locales entre señoríos y acompañó a su padre en las guerras de Italia.
           En 1502, embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española. Hombre inquieto y de fuerte carácter, no logró adaptarse a la vida sedentaria del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que descubrió el océano Pacífico (1513).
           Entre 1519 y 1523, sin embargo, se instaló en la ciudad de Panamá, de la cual fue regidor, encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse. Conocedor de los rumores que hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio Inca, decidió unir la fortuna que había amasado con la de Diego de Almagro y un sacerdote llamado Hernando  para financiar dos expediciones de conquista (1524-1525 y 1526-1528), que se saldaron con sendos fracasos.
           A causa de las penalidades sufridas en el segundo intento, Pizarro se retiró a la isla del Gallo con doce hombres, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos. Los «trece de la fama» aprovecharon para explorar parte de la costa oeste de América del Sur, región que denominaron Perú, tal vez por la proximidad del rio Virú, y tuvieron constancia de la existencia de una gran civilización.
FRANCISCO PIZARRO.
           No obstante, ante la negativa del gobernador de Panamá a conceder más hombres a Almagro, en 1529 Pizarro viajó a España a fin de exponer sus planes al rey Carlos I, quien, en las capitulaciones de Toledo (26 de julio de 1529), lo nombró gobernador, capitán general y adelantado de las nuevas tierras, designación real esta que provocó el recelo y la frustración de Almagro.
           De regreso en Panamá (1530), Pizarro preparó una nueva expedición de conquista, y en enero de 1531 embarcó con un contingente de 180 hombres y 37 caballos hacia Perú.
           Después  de apaciguar a Chira, se dirige a Tangarala (Tangarará), en donde funda la Villa de San Miguel, el 15 de agosto de 1532. Fue la primera ciudad española fundada en el Perú. Luego pasó a Piura, territorio de los tallanes. En esta ciudad, Francisco Pizarro hace el primer reparto de tierras y siervos indios entre los españoles que quisieron afincarse en ella.
           Informado de la guerra que enfrentaba al emperador inca Atahualpa con su hermanastro Huáscar, el 16 de noviembre de 1532 el conquistador español se entrevistó en la ciudad de Cajamarca con el emperador inca  Atahualpa y, tras exhortarle sin éxito a que abrazase el cristianismo por medio de Hernando y de entregarle la biblia  por medio de Fray Vicente Valverde  y se sometiera a la autoridad de Carlos I, sirviéndose ambos por un natural llamado Martinilo  lo capturó en un sangriento ataque por sorpresa y después encarcelarlo y de recibir una gran cantidad de plata y oro para pagar su libertad, terminó por asesinarlo  a las pocas semanas acabando prácticamente  en un 16 de Noviembre de 1532 con el imperio Inca., por más que tras el inicio de la conquista española el imperio incaico sobreviviría hasta 1572 en que el virrey Francisco de Toledo ejecutaría al último Sapa Inca: Túpac Amaru I, que al final sería mandado ejecutar por el rey español por esta y otras acciones.
MONUMENTO A DIEGO DE ALMAGRO EN SU CIUDAD DE ALMAGRO
A continuación  Pizarro y Almagro se aliaron  con la nobleza inca, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia la conquista de Perú, empezando por Cuzco, la capital del Imperio (noviembre de 153
            Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia Cuzco y tomaron la ciudad.   La intromisión de Pedro de Alvarado se resolvió con el pago de una indemnización a éste y su retirada, con lo que se evitó un conflicto. Poco después, Pizarro y Almagro se enemistaron por la posesión de Cuzco,
            Almagro se dedicó a partir de entonces a la exploración de los territorios del sur del Imperio Inca, en el actual Chile, hasta el valle de Aconcagua. En 1535, el emperador Carlos I lo recompensó con la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de adelantado en las tierras más allá del lago Titicaca.
            Si bien ambos   unieron sus fuerzas para sofocar la rebelión indígena dirigida por Manco Cápac contra el dominio español (1536), acabaron por enfrentarse abiertamente en la batalla de las Salinas, en abril de 1538. Derrotado y prisionero, Almagro fue procesado, condenado a muerte y ejecutado por Hernando Pizarro, hermano del conquistador (8 de julio de 1538 ).
            La venganza de los partidarios de Almagro, liderados por su hijo, se produjo el 26 de junio de 1541, fecha en que Pizarro murió asesinado en su palacio de Lima.
CATEDRAL DE LA CIUDAD DE LIMA.
c) Fundación de la ciudad de Lima.
            Pizarro y los  españoles dudaron mucho antes de elegir a Lima como la capital del incipiente virreinato. Primero buscaron un lugar central en la Sierra, y en 1533 optaron por el bello valle de Jauja, pero el lugar no fue aceptado de buena gana por los hispanos debido a su lejanía del mar.
Poco después se funda la segunda capital en Sangallán, en las cercanías de Pisco, pero el intento fracasó por falta de recursos.
            En 1534 Francisco Pizarro envió desde Pachacámac una expedición, cuyo fin era buscar un emplazamiento estratégico y pródigo en recursos. Al poco tiempo encontraron el señorío del cacique Taulichusco y les pareció ideal: contaba con buen clima, una población pacífica, frutales, bosques y redes de acequias y caminos dignos, según ellos, de los romanos. En definitiva, el lugar era perfecto: estaba cerca del mar, pero lo suficientemente retirado como para dar seguridad a sus vecinos en casos de ataques.
           El 18 de enero de 1535, Francisco Pizarro procedió a fundar la ciudad en nombre de sus majestades el emperador Carlos V y de su madre la reina Juana.      
En la ceremonia se encontraban presentes dos frailes (un franciscano y un dominico), numerosos soldados a caballo y a pie, esclavos negros y una mujer, la morisca Beatriz.
           El nombre oficial “Ciudad de los Reyes” se eligió en homenaje a los Reyes Magos, por la cercanía de su fiesta. De aquí viene el apelativo de las “tres veces coronada” ciudad; aunque el tiempo impuso la denominación nativa de Lima. Según algunos autores, el nombre es una corrupción hispánica de “Rímac”, topónimo quechua del río.
File:Nuñez Vela1.jpg
BLASCO NÚÑEZ DE VELA. 1ER VIRREY DEL PERÚ.
d) Creación del Virreinato del Perú.
            Al mismo tiempo que se producía la caída del imperio del Inca  una guerra civil se desató entre los conquistadores. Para concluirla, el 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos I de España firmó las llamadas Leyes Nuevas, un conjunto legislativo para las Indias entre las cuales dispuso la creación del Virreinato del Perú al tiempo que la sede de la Real Audiencia de Panamá fue trasladada a la Ciudad de los Reyes o Lima, capital del nuevo virreinato, el texto relativo a la creación del virreinato dice literalmente:y te ordenamos y mandamos que en las provincias o reinos del Perú resida un virrey y una audiencia real de cuatro oidores letrados y el dicho virrey presida en la dicha audiencia la cual residirá en la ciudad de los reyes por ser en la parte más convenible porque de aquí adelante no ha de haber audiencia en panamá.
Plaza y Catedral del Cusco
 PLAZA Y CATEDRAL DE CUZCO.
3.- LA EVANGELIZACIÓN DEL TERRITORIO EN TIEMPO DE LA COLONIA.
 a) Creación de la diócesis de Cuzco y  Lima.
 La comitiva de Francisco Pizarro y Diego de Almagro llegó a la antigua capital del imperio inca, el 15 de noviembre de 1533, al día siguiente se celebró la primera Misa, pues en la comitiva hubo algunos sacerdotes, entre ellos fray Vicente de Valverde, O.P.    En la fundación de la ciudad del Cusco como ciudad española , el 23 de enero de 1534, estuvieron presentes frailes y sacerdotes de las ordenes de Santo Domingo, San Francisco y de La Merced.
           Francisco Pizarro viendo la necesidad de planificar mejor la evangelización del vasto Tawantinsuyo hizo saber a la Corona de Castilla la necesidad de crear un obispado, teniendo como sede la ciudad del Cusco, que fue centro y capital del imperio Inca..
           El 13 de enero de 1536, el Papa Paulo III erige la diócesis del Cusco, como sufragánea de Sevilla, pero no se especificaron los límites del nuevo obispado. El 8 de enero de 1537, S.S. Paulo III preconiza al primer obispo, Fr. Vicente e Valverde, O.P., y se aclaran los límites territoriales de la diócesis y su vínculo sufragáneo a Sevilla.
El flamante obispo probablemente fue consagrado en Valladolid e inmediatamente partió con doce frailes dominicos para su diócesis, tomando posesión de su sede episcopal, los primeros días de septiembre de 1538, fecha en la que trazó el lugar de su Catedral, estableció el Cabildo Eclesiástico y dedicó la primera iglesia a la Purísima Concepción de María Santísima, hecho que prevalecerá en el patrocinio de la Inmaculada Concepción de María Santísima sobre la ciudad del Cusco y sobre el primer obispado del Perú.
           La diócesis del Cusco fue sufragánea del arzobispado de Sevilla y abarcaba, desde el sur de la actual Colombia hasta Tierra del Fuego (Chile); por el oriente hasta donde llegaba el domino de Castilla y por el occidente limitaba con el Océano Pacífico.      Este espacio se fue reduciendo gradualmente con la creación de la diócesis de Lima (1541), que fue elevada a metrópoli en 1546, y la diócesis del Cusco pasó a ser sufragánea de Lima.( ec.aciprensa.com/wiki/).
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL DE LIMA.
b) Los concilios de la ciudad de Lima.
           Con la creación de las diócesis comenzó la vida cristiana en gran parte del Perú , un signo de la vitalización de esa vida son los varios concilios celebrados en Lima, a los que deseamos referirnos a continuación.
           Las primeras acciones importantes de evangelización empezaron después del primer Concilio Limense en 1551. Las directrices que se tomaron de la Instrucción, dictada por el arzobispo Loayza en 1545 y corregida en 1549, imprimen “por primera vez una orientación general que marcaría los primeros pasos de la iglesia católica nacida en los Andes” (Urbano: 1999, XXVII).
           La primera medida a tomar fue el bautizo de indígenas, que en el acto debían abandonar las prácticas idolátricas y todas las formas que iban contra las leyes eclesiásticas y contradecían los mandamientos católicos. Se ocupó de reglamentar el funcionamiento de las doctrinas repartiendo las provincias entre el clero secular y las órdenes religiosas, para evitar roces y conflictos.
            En el segundo Concilio Limense (1567-1568) se retoma la idea de destruir las huacas y de colocar en su lugar cruces o levantar una iglesia o ermita (en caso de que la huaca haya sido un importante lugar de culto). Este concilio fijó también  en 400 indios casados el número máximo que podía tener a su cargo cada doctrinero, aunque en algunos lugares y circunstancias se amplió hasta 800 e incluso 1.000..
           Hay que tener claro que los primeros concilios no fueron más que intentos o experimentos de pastoral indígena de las distintas órdenes religiosas que llegaron al Perú.
           Cada una tenía su propia metodología de acercarse a los nativos y de adoctrinarlos. Mercedarios, jesuitas, franciscanos y agustinos evangelizaban de acuerdo a las reglas de su orden, pero teniendo como telón de fondo los marcos generales de los acuerdos conciliares.
           El Tercer Concilio Limense (1582-1583) marcó un cambio significativo en la evangelización peruana. Al igual que el ordenamiento que realizó el virrey Toledo en la década de 1570, este concilio no innovó en materia de juicio sobre las prácticas idolátricas.
HUACA EN MAGDALENA DEL MAR . PERÚ.
           Reafirmó lo que los anteriores concilios proclamaron acerca de la forma como destruir las huacas y extirpar las idolatrías. Lo nuevo fue en materia de textos y catecismos.
           Las distintas órdenes debían utilizar los mismos materiales de enseñanza y adoctrinamiento. Para ello se debía conocer a fondo la lengua quechua (y sus variantes), por lo que los diccionarios como los de Ludovico Bertonio (1612) y Diego González Holguín (1608) fueron fundamentales en la labor evangelizadora.
           El lenguaje utilizado fue revisado exhaustivamente para evitar cualquier malinterpretación de la religión. Los jesuitas fueron los más entusiastas con esta nueva metodología de evangelización debido a que el catecismo era una de sus principales virtudes.
            Los libros mayormente utilizados: Doctrina Cristiana y Catecismo para la instrucción de Indios; Confesionario para los curas de Indios, Tercero Catecismo y Exposición de la doctrina cristiana por sermones. Durante la primera década del siglo XVII la labor evangelizadora fue grande e intensa y, debido a que muchos de los pueblos andinos ya habian sido “reducidos” en las rancherías pertenecientes a una parroquia aledaña, se pensó que la totalidad de los cultos prehispánicos habían sido eliminados.
           Sin embargo, varias denuncias acerca de la pervivencia de ritos paganos disfrazados de signos cristianos escandalizaron a la iglesia limeña que no dudó en realizar una gran campaña de extirpación por toda la sierra de Huarochirí, liderada por Francisco de Ávila. Se suele dividir las campañas de extirpación del siglo XVII en tres momentos: la llevada a cabo por Ávila entre 1609 y 1619; la de Gonzalo de Ocampo entre 1625 y 1626; y la última realizada por el Arzobispo Pedro de Villagomez entre 1641 y 1671.
 c) La evangelización y las órdenes religiosas.
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 ESCUDO FUNDACIOINAL DE LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS.
1.- c.-) Dominicos.
           La primera orden religiosa en llegar al Perú fue la orden de santo Domingo. Durante el proceso inicial de la conquista, la orden de los Predicadores o de Santo Domingo se encontró representaba por Fray Vicente Valverde, aquel religioso que hiciera el requerimiento al inca Atahualpa y que posteriormente fuera obispo de Cuzco y Protector de Indios frente a los abusos españoles. Fueron dominicos también, Juan de Olías, Jerónimo de Loayza (arzobispo de Lima) y Gaspar de Carbajal, religioso que acompañó a Francisco de Orellana en el descubrimiento del Amazonas en 1542.
           Las órdenes religiosas que llegaron al Perú tuvieron diferentes métodos para evangelizar a los indígenas:
            Los dominicos se caracterizaron por difundir las enseñanzas escolásticas, centrando la difusión del evangelio a través de colegios y centros superiores de enseñanza.
           Uno de los más grandes logros de esta orden fue la creación de la Universidad de San Marcos en 1551 por Fray Tomas de San Martín. Los dominicos también pusieron énfasis en el conocimiento de las lenguas autóctonas y de las costumbres locales para una adecuada evangelización. Fruto de esta preocupación fue el “Lexicon o Vocabulario general del Peru llamado quechua”, de fray Domingo de Santo Tomas publicado en 1560. Esta obra fue un aporte importantísimo pues ayudó al entendimiento de las formas gramaticales y conceptuales de los indígenas.
            Los dominicos rápidamente erigieron monasterios por todo el territorio del virreinato peruano, aunque siempre mantuvieron su línea educativa dedicándose durante todo el virreinato a la enseñanza de la fe católica.
Iglesia y el Convento de Santa María de Chiclayo en el siglo XVI.
 2.-c.-) Franciscanos .-
  Otra importante orden religiosa que llegó en los primeros años de la conquista fue la franciscana. La orden llega al Perú en 1542. Esta orden destacó entre las demás por su vocación misionera. Los franciscanos llegaron hasta los lugares más recónditos del virreinato con la finalidad de llevar la palabra de Dios a todos los indígenas, ya que no se conformaban con los centros de enseñanza ubicados en las parroquias o en las reducciones.
            La labor franciscana no se centró solo en la evangelización, sino también en la enseñanza de labores agrícolas y al aprendizaje del castellano.
           En 1553 los franciscanos tenían ya 18 casas en Sudamérica, desde Tierra Firme hasta Tucumán. Aunque sus conventos se establecían en ciudades españolas, se dedicaron sobre todo a evangelizar a los indios.
ALTO PERÚ.
3.- Agustinos c.-)
 La orden agustiniana arribó al Perú en 1551. Su rápido desenvolvimiento le permitió crecer , es por ello que en menos de diez años tuvo iglesias y conventos en las principales regiones del virreinato. Abocada al igual que las otras a la evangelización indígena, tuvo un papel preponderante en la conversión de los curacas y hombres principales de los ayllus descendientes de los incas.
           Uno de los principales representantes de la orden es sin duda Fray Antonio de Calancha, autor de una extensa crónica sobre las acciones agustinianas en el virreinato peruano. Los agustinos fueron una de las órdenes que más se dedicaron a la extirpación de idolatrías en los Andes. Sobresale en esta labor Alonso Ramos Gavilán, quien realizó una exhaustiva búsqueda de información sobre los cultos locales y manifestaciones religiosas andinas.
           Los primeros agustinos llegaron a Lima en 1551 y pronto se extendieron por el Bajo y Alto P. En 1598 tenían 19 conventos.
INFLUENCIA. La orden de los jesuitas es una de las más importantes en el país. Integrada por 170 sacerdotes, fundaron las universidades Del Pacífico y Antonio Ruiz de Montoya y dirigen las 78 instituciones educativas Fe y Alegría.
 JESUITAS DE PERÚ.
4.-c).- Compañía de Jesús.
 La Compañía de Jesús o Jesuita llegó al virreinato peruano en 1568. Desde su arribo defendió con energía a los indígenas, obteniendo por ello grandes pleitos con la administración local. Su labor evangelizadora no solo se centró en los indios del común, sino también en los descendientes de los principales curacas incaicos. Es por ello que fundaron en Lima y Cuzco los Colegios Mayores para la educación de la nobleza andina. Para los jesuitas era importante la educación de los españoles. Tanto en Lima como en Cuzco fundaron colegios, y en la ciudad imperial, una universidad.
           La lengua nativa no escapó al conocimiento de los jesuitas. Estudiaron a fondo el quechua y el aymara. Fruto de ello fue el diccionario de la lengua quechua de Diego Gonzales Holguín, escrito en 1608 y el “Vocabulario de la lengua aymara” de Ludovico Bertonio, impreso en 1608.
           Estos textos fueron de vital importancia para la labor evangelizadora pues otorgaban herramientas indispensables para el conocimiento de la lengua local, así como para la correcta interpretación de las tradiciones orales andinas.
           . Los jesuitas se instalaron en Lima, y después en Cuzco (1571), a donde los llevó el virrey Toledo. Sucesivamente fundaron en Potosí (1574), Juli (1577) y Arequipa (1578). En 1601 tenían en Perú. 150 sacerdotes, 80 de los cuales conocían las lenguas indígenas.
           A lo largo de los años la orden jesuita amasó una gran fortuna debido al usufructo de sus haciendas, estancias y a los préstamos que hacían a particulares. Su poder y vínculo con la santa sede inquietó a la corona a tal punto que ésta ordenó la expulsión de la orden en todo el imperio español en 1767.  Los  jesuitas  regresaron al Perú en 1871.
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CONVENTO MERCEDARIO DE SAN MIGUEL DE LIMA. PERÚ.
5.- c.-. ) Mercedarios.
           La orden mercedaria arribó al virreinato peruano en el temprano año de 1534,.erigieron la provincia del Cuzco en 1556, abarcando tierras de P., Bolivia, Norte de Argentina y Paraguay; tenía entonces 16 conventos y 17 doctrinas, con 114 sacerdotes. Más tarde fundaron la provincia de San Miguel de Lima, que a fines del s. xvi tenía 161 sacerdotes en 13 conventos y 47 doctrinas
           Su carácter misionero hizo que la orden mercedaria llegara a las altas cumbres cordilleranas en búsqueda de indios para evangelizar. Fueron mercedarios Fray Martín de Murúa, cronista que se dedicó a la recopilación de la historia del Tahuantinsuyo y autor de la crónica “Origen y Descendencia de los Incas” y Fray Diego de Porres, misionero dedicado a la enseñanza de la fe católica, apoyándose en instrumentos nativos como el quipu.
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BETHLEMITAS DE TRUJILLO. PERÚ.
6.-c.-) Nuevas órdenes e institutos religiosos.
  En el s. XVII se establecieron en Perú. los benedictinos, los mínimos de S. Francisco de Paula (1644) y los bethlemitas que llegaron a Trujillo en 1671, y luego a Lima (1672), donde les fue entregado el hospital del Carmen. Además tuvieron otros en Cajamarca (1678), ‘Chachapoyas, Piura y Moquegua. También llegaron en ese siglo los oratorianos de S. Felipe Neri, que se encargaron del hospital de sacerdotes de S. Pedro de Lima (1674).( Cf. Enciclopedia GER,  Canal Social Perú :VI .)
7.- La mujer en la evangelización del Perú.
 Los cronistas  encargados de relatar los hechos referentes a la evangelización de los pueblo americanos, hacen escasa mención de la presencia de monjas, religiosas y mujeres en la tarea de evangelización, lo que ha generado la idea de la ausencia de la mujer en la tarea de la conquista y evangelización de los territorios americanos.
           La realidad, sin embargo es muy otra, la dedicación al estudio de este hecho está desmontando esta idea.
           En no pocos lugares de la América hispana, no tardaron en aparecer monasterios de monjas que si bien encerradas en clausura, se ocuparon de la enseñanza de la mujer, especialmente de niñas, hijas de naturales, de recogimiento de huérfanas, refiriéndonos en concreto al Perú podemos decir que  si se hace un recuento de las fundaciones, entre mediados del siglo XVI y mediados del siglo XVII, en Perú  nos encontramos  ocho conventos en Lima.
           El convento de la Encarnación fundado por doña Mencía de Sosa en  1558. El convento de la Concepción (1573) fue fundado por doña Inés de Muñoz, viuda del conquistador Martín de Alcántara (hermano menor de Francisco Pizarro), y por doña María de Chávez, viuda del hijo de doña Inés de Muñoz. El convento de la Santísima Trinidad (1579) fundado por doña Lucrecia de Sansoles, viuda de Hernando de Vargas, casada en segundas nupcias con Juan de Rivas, quien regresó al Perú procedente de La Paz para fundar el convento. El convento de las Concepcionistas descalzas (1603) fue fundado por doña Inés de Rivera, doña Beatriz de Horosco, hermanas del marqués de Mortara, quienes ya eran monjas en Chuquisaca, y doña María de Horosco quien influyó en las monjas antes mencionadas para que dejaran el convento en el que estaban y vinieran a Lima a fundar un nuevo convento de las concepcionistas descalzas. El Monasterio del Prado (1640) fue fundado por doña María de Poblete con la ayuda de doña Ángela de Zárate y Recalde, hermana del marqués de Valparaíso, la cual había sido abadesa del convento de la Encarnación.
           Estos datos además de darnos noticias concretas de los monasterios de Lima, nos informan de otros conventos en distintos sitios del Perú.( Cf . dialnet.unirioja.es/ ).

4.-LA ACTITUD DE LA IGLESIA  ANTE  LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ.
 Con respecto al tema de la actitud de la iglesia ante la independencia del Perú  creo  que se pueden subrayar ciertos principios generales:
           1.- Éste es un tema que dista mucho de haber sido investigado, por lo que resulta arriesgado hacer afirmaciones absolutas  con un valor universal.
           2.-Las fuentes disponibles para una investigación en este sentido o son pocas o las existente no están del todo disponibles.
           3.-La defensa del colonialismo o del independentismo en Perú tuvo  una gran dependencia de la situación personal o de los grupos, este principio  tiene su aplicación también a los miembros de la Iglesia, de forma que las decisiones tomadas en favor o en contra dependió mucho de las expectativas del resultado de cada una de estas opciones, ¿ que será mejor para mi grupo ? ¿ comunidad ? ¿ feligresía ? etc. por eso es muy importante el estudio de las motivaciones concretas de cada persona, o grupo de personas, ante los hechos.
           4.- Con respecto a la actitud de la iglesia ante la independencia quizá se pueda decir que es coincidente con la actitud de las clases sociales existentes en Perú en el momento de la independencia.
           5.- Parece que está probado que la independencia del Perú dependió principalmente de la actitud independentista  de la clase criolla.
       6.- Si aplicamos el anterior principio a la Iglesia podría afirmarse que en general los obispos y clero  español, fue contrario a la independencia, mientras que los obispos  y clero criollos estuvieron de parte de la independencia.
           Al interior del país, los párrocos y lo que podríamos llamar “bajo clero”, apoyaron en su mayoría la causa independentista. Muchos de ellos eran criollos y también mestizos.
           También la iglesia  dio algunos políticos como Toribio Rodríguez de Mendoza o Francisco Javier de Luna Pizarro quienes junto a otros sacerdotes integraron el primer congreso peruano.
           7.- En alguna medida es necesario, en este asunto, tener en cuenta el punto que sigue en nuestro tema. 
HISTORIA DEL CONSTITUCIONALISMO PERUANO.
5.- LA IGLESIA PERUANA DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA.
 a)  La libertad religiosa en Perú un objetivo con una larga historia.
 La libertad religiosa en el Perú fue una conquista de liberales, evangélicos y católicos. Tal vez la mención de “católicos” en este contexto parece extraña, pues aparentemente era la misma Iglesia Católica la que más se opuso a la libertad de cultos en el Perú. Sin embargo, es preciso recordar que existía una larga tradición de regalismo desde la época de los Reyes Católicos que legitimaba la injerencia del Estado en los asuntos de la religión y la Iglesia. En el siglo XIX y el XX también los liberales y ciertos grupos anticlericales propusieron legislación que, según las normas universalmente aceptadas en el mundo occidental, violaban los derechos civiles de los católicos. Por lo tanto, el tema de la libertad religiosa abarca no sólo a evangélicos, sino a católicos también.
           El 11 de noviembre de 1915 el Congreso de la República acordó modificar el artículo 4 de la Constitución que reconocía a la Iglesia Católica como religión del Estado y que prohibía el ejercicio público de cualquier otra religión. Se suprimió la frase que decía: “y no se permite el ejercicio público de alguna otra”. Con este acto quedó establecida la libertad de culto en el Perú. Esta conquista fue fruto de una larga historia anterior que conviene traer a la memoria.
b.-). Tolerancia  Inicial
 Para muchas personas la intolerancia parecería ser la regla general. Sin embargo, en los inicios de la República, la tolerancia fue más bien la regla general, al menos entre ciertos sectores.
           Entre los primeros liberales había sacerdotes que habían apoyado públicamente la causa de la independencia. Cuando el pastor bautista escocés, Diego Thomson, agente de la “British & Foreign School Society”, que promovía el sistema de Lancaster, visitó Lima en 1822, encontró un ambiente más bien abierto y favorable, no sólo al método lancasteriano, sino a la lectura de la Biblia. Inclusive, recibió el apoyo entusiasta del sacerdote liberal, José Francisco Navarrete. Al despedirse de Lima, Thomson menciona que sus amigos eran “mayormente curas”. (1)
           Más llamativo fue el hecho de que el primer proyecto de ley sobre la religión en el Perú no excluyera o prohibiera el ejercicio de religiones no católicas. En el primer Congreso Constituyente (en el cual 26 congresistas de los 79 eran clérigos), se propuso el siguiente artículo: “La religión (del Estado) es la católica, apostólica, y romana”. (2)
           Si bien este artículo propone proteger a la Iglesia Católica, no hace mención de la exclusividad del catolicismo. Así, se dejó la puerta abierta a la libertad de cultos.   Esta propuesta fue respaldada por la mayoría del clero liberal. Sin embargo, este primer intento de tolerancia no prosperó. Se organizó un movimiento entre católicos conservadores que exigían la incorporación de la exclusión en el artículo. El texto final decía: “La religión (del Estado) es la católica, apostólica, y romana, con exclusión de cualquier otra.” (3)
           Así, el artículo 8 de la primera Constitución del Perú, se repite en otras Cartas Magnas hasta 1915, establece la intolerancia como norma. Es interesante notar que entre los que votaron contra este artículo se encuentran dos sacerdotes liberales arequipeños célebres en la historia del Perú: Francisco Javier de Luna Pizarro y Mariano José de Arce. A la sazón, Luna Pizarro era el mismo presidente del Congreso. Posteriormente cambió de postura cuando llegó a ser arzobispo de Lima, 1845-1855.
HUANCAYO ANTIGUO. PERÚ.
Las siguientes dos constituciones eran de corta duración: la constitución vitalicia de Bolívar (1826) y la de la Confederación Perú-Boliviana (1837). Ninguna de las dos contemplaba proteger a la Iglesia Católica ni prohibir la libertad de culto. La constitución de Huancayo (1839), de corte conservadora, en el artículo 3, del Título II, volvió a establecer el sentido del artículo 8 de la constitución de 1823: “Su religión (del Estado) es la Católica, Apostólica, y Romana, que profesa sin permitir el ejercicio público de cualquier otro culto”. (4)
 
HUANCAYO ANTIGUO.
c).- Liberales versus Católicos
 Para comprender la postura cada vez más conservadora de la Iglesia Católica a lo largo del siglo XIX, es preciso tocar dos fenómenos: la romanización y el liberalismo anticlerical.
           La “romanización” se refiere al esfuerzo de la Santa Sede (el Papa y la Curia Romana) para retomar el control de la Iglesia Católica en América Latina. Durante la Colonia la Iglesia estuvo sujeta al Patronato Real, mediante el cual el Rey de España nombraba a los obispos, concedía el pase para promulgar documentos papales, y cobraba los diezmos.
           En los años después de la Independencia el Estado intentó reclamar para sí una especie de patronato “nacional”, pero Roma rechazó esos intentos. Finalmente, el Estado y la Iglesia en Roma llegaron a un acuerdo. El Estado peruano podía proponer candidatos para ser obispos, pero Roma tenía el derecho de señalar cual de los candidatos sería finalmente el elegido.
           Pero, la palabra “romanización” connota mucho más que la cuestión de seleccionar obispos. La Santa Sede también engendró en toda América Latina un clero mucho más obediente a Roma y comprometido en la lucha de la Iglesia Católica contra el liberalismo en Europa y el resto del mundo. Lamentablemente, la Iglesia Católica en esa época, todavía golpeada por la agresión anticlerical de la Revolución Francesa, no tuvo el tino de distinguir entre los excesos del liberalismo y sus virtudes. Por eso, la Iglesia fomentó una mentalidad militante en los católicos contra el liberalismo, en el púlpito, en los seminarios, en la prensa católica y en sus colegios y universidades.
           Por otra parte, el liberalismo latinoamericano se volvía cada vez más hostil a la Iglesia. La nueva hostilidad se debía en parte a la misma actitud anti-liberal de la Iglesia, pero también se dirigía contra la riqueza de la Iglesia y su influencia sobre grandes sectores de la sociedad. Pero cabe señalar que los liberales también eran presos del regalismo colonial.
           Algunas de las leyes que hicieron con respecto a la Iglesia representaron medidas modernizantes tendientes a eliminar privilegios coloniales. Pero otras revelaron la existencia de una mentalidad poco liberal. Por ejemplo, todavía en la segunda parte del siglo XIX un obispo católico tenía que pedir autorización del gobierno central para convocar un sínodo (reunión eclesiástica) en su diócesis o para viajar fuera del país. En 1874 el obispo de Puno, Ambrosio Huerta, fue obligado a renunciar a su cargo precisamente porque no había cumplido con estas dos obligaciones. (5)
          
LIBERALISMO EN EL PERÚ.
La campaña liberal llegó a su momento cumbre en la Asamblea Constituyente de 1855-56 cuando la asamblea eliminó los diezmos y el fuero eclesiástico.
           Estas medidas provocaron el rechazo de muchos católicos y sirvió para legitimar la sublevación de Manuel Ignacio de Vivanco en Arequipa en 1855. El presidente Ramón Castilla se vio forzado a luchar para mantenerse en el poder. En 1860 se realizó, bajo Castilla, un nuevo Congreso Constituyente. Bartolomé Herrera, el sacerdote que encabezaba la causa conservadora, propuso un proyecto de constitución, que fue finalmente rechazada.
            La Constitución que finalmente fue aprobada, mantuvo la eliminación de los diezmos y el fuero eclesiástico. Pero volvió a ratificar a la Iglesia Católica como la única protegida por el Estado, y, como vimos al comienzo, también prohibió el ejercicio público de los cultos no católicos. Además, el código penal (marzo de 1863) estableció el castigo de un año en la cárcel para aquel que celebrara un culto no católico en público. (6)
           En 1867, de nuevo, los liberales redactaron una Carta Magna. Ellos habían vuelto al poder bajo el manto protector del caudillo Mariano Ignacio Prado. En medio de gritos desde sus escaños, Fernando Casós, diputado por Trujillo, pronunció un discurso a favor de la libertad de cultos. En la votación que se realizó, se aprobó por 79 votos contra 13 que el país profesa la religión católica y el principio de que el Estado debe proteger la Iglesia Católica ganó por 71 votos a 11, finalmente, la prohibición contra el ejercicio público de otros cultos fue aprobada por 43 votos contra 41.(7) Pero esta Constitución tuvo una vida muy corta: fue derogada en 1868, tras una revolución conservadora que también, como el movimiento de 1855-56, tuvo como su base principal, Arequipa. Se re-estableció la Carta Magna de 1860 como la ley suprema de la Nación.
           No obstante esta derrota, los liberales volvieron a la carga y lograron pequeñas victorias en dos campos: 1. Los cementerios (1868), y 2. el derecho al matrimonio civil para los no católicos (1896). El contexto inmediato para los dos casos fue el aumento de la inmigración extranjera, y el deseo de los liberales para atraer a aún más inmigrantes. En 1868 el gobierno autorizó la creación de cementerios laicos donde no sería necesario profesar una religión para estar enterrado.(8) Pero, los liberales pretendían conseguir algo más: de que todos los cementerios públicos pasaran a manos de los municipios. La Iglesia Católica, creyendo que la laicización de los cementerios sería el primer paso hacia la tolerancia religiosa, se opuso. Otra vez los espíritus se exaltaron, y alguien publicó un folleto intitulado, El Comunismo de las tumbas, una alusión a la mezcla indiscriminada que iba a ocurrir en los camposantos si la Iglesia perdiera el control de los cementerios.(9)
El Congreso se limitó a confirmar la ley de 1868. En el segundo caso, la crisis se desató en 1895 cuando el gobierno de Nicolás de Piérola abolió el registro de matrimonios de los inmigrantes no católicos. Con este hecho, el matrimonio de Amy Wood, la hija de Thomas Wood, el principal fundador de la Iglesia Metodista en el Perú, fue legalmente anulado. Frente a este hecho absurdo, el senador Guillermo Billinghurst (el futuro presidente) propuso un proyecto de ley que normaba la inscripción de los matrimonios de los no católicos en el Registro Civil, juntamente con los matrimonios católicos.
d).-Penzotti y Platería
 La manera más típica de enfrentar el problema del protestantismo fue denunciar legalmente cualquier actividad proselitista. En enero de 1890 el obispo de Arequipa, Juan Ambrosio Huerta, denunció ante las autoridades a Francisco Penzotti, y como consecuencia el representante de la Sociedad Bíblica Americana fue detenido en la cárcel.
           Más tarde, en el mismo año, el párroco del Callao, tras organizar manifestaciones públicas, y poner un candado en la puerta del templo donde Penzotti predicaba, lo denunció a las autoridades. El 25 de julio Penzotti fue formalmente encarcelado por violar la Constitución.
           Es interesante notar que Huerta en Arequipa publicó una carta pastoral con motivo del caso de Penzotti, en que critica a los “sacerdotes indignos” y católicos liberales que ayudaron a los protestantes.(10) Parece que Huerta se refería en realidad a un sacerdote que prestó ayuda a Penzotti. Cuando Penzotti fue absuelto en marzo de 1891, la Iglesia Católica sufrió una verdadera derrota, porque en esencia la puerta de la tolerancia de cultos ya se había abierto.
           El otro ejemplo célebre, y lamentable, del uso de la fuerza para hacer valer la ley ocurrió en 1913 en Platería, en el departamento de Puno. El obispo, Valentín Ampuero, encabezó una turba de 30 personas montadas a caballo quienes asaltaron y destruyeron la escuela de los adventistas y atacaron a los indios que se habían convertido a la nueva religión.(11) Fue precisamente este uso de la fuerza el que motivó al Congreso de la República a proponer, finalmente, la libertad de cultos en el Perú.
 e).-El  Auge del Liberalismo Anticlerical
 La constitución de 1920, nacida al calor de la “Patria Nueva” de Augusto B. Leguía, consagró la libertad religiosa en el Perú en el artículo 5 decía: “La Nación profesa la religión católica, apostólica y romana y el Estado la protege”.(12)
           Igualmente interesante fue la incorporación del artículo 26 que declaraba: “Nadie podrá ser perseguido por razón de sus ideas ni por razón de sus creencias”.(13)
           Al mismo tiempo, el artículo 74 de la Carta Magna de 1920 declara que no podrán ser elegidos diputados o senadores, los arzobispos, obispos, y algunas otras dignidades eclesiásticas. Evidentemente, el regalismo colonial todavía regía.
 Pero el verdadero momento culminante del liberalismo anticlerical se dio en el Congreso Constituyente de 1932-33. El sentimiento anticlerical se manifestó no sólo en el Partido Aprista, heredero del liberalismo del siglo XIX y del pensamiento de Manuel González Prada, sino también en el sanchezcerrismo.
            Una vez en el poder el coronel Luis Miguel Sánchez Cerro, mediante decreto-leyes, estableció la obligatoriedad del matrimonio civil para todos los peruanos, y el divorcio absoluto. Ambas medidas fueron confirmadas en la constitución de 1933.
           El Congreso Constituyente, dominados por sanchezcerristas tras la expulsión de los parlamentarios apristas en 1932, también incorporó medidas que abiertamente atentaban contra los derechos civiles de los religiosos y sacerdotes.
El artículo 85 niega el derecho del voto a los religiosos, y el artículo 100 declara que los miembros del clero no pueden ser elegidos al Congreso.(14) Víctor Andrés Belaúnde, que asumió la defensa de la Iglesia en el congreso propuso dar el voto a la mujer, pero, según él, los enemigos de la Iglesia se opusieron a la medida porque temían que las mujeres fuesen dominadas por el clero.(15) Por otra parte, se otorgó el voto a las mujeres en las elecciones municipales. En 1940 se cambió el régimen del Patronato Nacional respecto a la presentación de obispos. Hasta esta fecha aquella fue atribución del Congreso; en adelante lo sería del presidente de la República, hasta su abolición en la Constituyente de 1978-79
. f).-Educación
 La libertad religiosa necesariamente implica la libertad de enseñanza. La constitución liberal efímera de 1867 abrió las puertas a la libertad de enseñanza cuando declaró:  “Son completamente libres la enseñanza primaria, media superior y la fundación de universidades”.(16)
           En principio los legisladores tenían en mente la fundación de colegios privados, religiosos o laicos, tales como algunos colegios que fueron fundados por las distintas colonias extranjeras en el país.
           Conviene notar que los liberales habían puesto obstáculos a la fundación de colegios católicos pero que, finalmente, los religiosos que regentaron estos colegios ganaron la confianza de la sociedad media y alta por la calidad de su enseñanza.
            Entre las educadoras protestantes cabe mencionar a Elsie Wood, otra hija de Thomas Wood, que en 1891 fundó la primera escuela metodista en Callao, para niñas. Más tarde se fundó el Callao High School a base de cinco de estas escuelas primarias, y posteriormente, en 1906, se fundó el Lima High School, que hoy se llama María Alvarado. Estos colegios contaban con el beneplácito de los liberales en el Congreso. No obstante, en 1929, se dio una ley que exigía la enseñanza del curso de la religión católica en colegios sujetos al programa oficial, y en 1935 el Ministro de Educación, Carlos Arenas Loayza, decretó la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en todos los colegios de la República.(17)
            Por “enseñanza religiosa” se entendía la católica. En la práctica, sin embargo, la aplicación del decreto dependía mucho de cada Ministro de Educación. Finalmente, en 1956 Jorge Basadre, a la sazón Ministro de Educación, archivó para siempre el reglamento.(18).
           En la década de los años setenta surgió otra polémica en torno al Instituto Lingüístico de Verano, una rama de los “Wycliffe Bible Translators”. Fundado en el Perú en 1945, el Instituto había ganado prestigio por su trabajo de traducir la Biblia a los muchos idiomas de la Amazonía peruana. Pero el Instituto suscitaba críticas de misioneros católicos e indigenistas que lo acusaban de hacer proselitismo bajo la fachada de la investigación lingüística.
           Hubo fuertes presiones para expulsar el Instituto del Perú, y el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado creó una comisión para re-examinar el contrato del Instituto con el gobierno. La opinión pública estaba muy dividida en torno al tema.
           En general, los católicos progresistas, inspirándose en la libertad religiosa proclamada en el Concilio Vaticano II, defendían el derecho del Instituto de quedarse.(19) Finalmente, el gobierno del general Francisco Morales Bermúdez, decidió renovar el contrato con el Instituto.(20)
AUGUSTO B. LEGUIA  PRIMER PRESIDENTE DEL PERÚ.
g).-El Fin del Patronato Nacional
           Aunque la libertad de cultos se legalizó formalmente en 1915, no se puede hablar de la plena libertad religiosa en un país mientras el Estado protege o favorece de alguna manera a una religión por encima de las demás confesiones.
           En los años después de la Segunda Guerra Mundial el concepto de la libertad religiosa y del pluralismo religioso ganaba terreno en la propia Iglesia Católica.   Finalmente, el Concilio Vaticano II (1962-1965) formalmente abrazó la libertad religiosa como un derecho universal. Durante la asamblea constituyente de 1978-79 se volvió a discutir el tema del Patronato Nacional. La Conferencia Episcopal Peruana tomó la iniciativa y propuso una fórmula que finalmente fue incorporada en la nueva carta:
           “Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú. Le presta su colaboración. El Estado puede también establecer formas de colaboración con otras confesiones”. (Artículo 86)(21).
           De esta manera, la Iglesia Católica y el Estado peruano formalmente se separaron, aunque no se usó la palabra “separación”. Se enfatizaba, más bien, el concepto de la “colaboración”.
           Al mismo tiempo, se anuncia que el Estado puede hacer celebrar convenios o acuerdos con otras confesiones. En 1980 se celebró un acuerdo entre la Santa Sede (y no precisamente con la Conferencia Episcopal del Perú) y el gobierno.
           El convenio se ocupa del estatus legal de las órdenes y congregaciones religiosas, los obispos, las capellanías, la educación católica, donaciones, exoneraciones tributarias, etc. Entre otras normas, el convenio especifica que en adelante sólo la Santa Sede nombrará a los obispos, sin intermediación del Estado.(22)
           Finalmente, en el artículo 50 de la Constitución de 1993, se reproduce casi literalmente el mismo artículo 86 de la Carta de 1979, aunque también añade la frase “el Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ellas.”(23)
           Además, en la sección sobre “Deberes y Derechos Fundamentales de la Persona” se declara: “Toda persona tiene derecho: (3) a la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o asociada. No hay persecución por razón de ideas o creencias. El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda a la moral o altere el orden público”. (Art. 2, inciso 3).(24)
           La libertad religiosa, un derecho plenamente reconocido en el Derecho peruano, no refleja necesariamente las actitudes sociales. No obstante, en el campo de la tolerancia de otras religiones habría que reconocer que el Perú de hoy es muy diferente del Perú del año 1915 cuando se enmendó la Constitución a favor de la libertad de cultos. Como resultado de muchos cambios en el mundo y en el Perú hoy existe un clima de tolerancia hacia las diferencias religiosas, al menos entre ciertos sectores de la Iglesia Católica y entre muchos evangélicos.
            Por eso, la verdadera batalla para el futuro ya no consistirá en hacer más leyes, sino en fomentar un clima de diálogo, y sobre todo en educar a los peruanos ordinarios acerca de las creencias religiosas de otros peruanos, sean católicos, evangélicos, judíos o de cualquier confesión. Mientras que existen prejuicios acerca de las creencias de otros, tampoco habrá respeto para esas creencias. La conquista legal de la libertad religiosa en el Perú representó un primer capítulo en esta historia; el segundo capítulo, la lucha para cambiar actitudes, recién ha comenzado.
Notas
 1. Juan B. A. Kessler, Historia de la evangelización en el Perú (Lima: Librería El Inca, 1987), pág. 62. 2. Fernando Armas Asín, Liberales, protestantes y masones: modernidad y tolerancia religiosa, Perú, siglo XIX (Cuzco: Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas; Lima: Pontificia Universidad Católica, 1998), pág. 27.3. José Pareja Paz-Soldán, Las constituciones del Perú (Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, 1954), pág. 434.4. Ibid., pág. 616.5. Jeffrey Klaiber, S.J., La Iglesia en el Perú: su historia social desde la Independencia 2ª ed.;(Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1988), pág. 137.6. J. Lloyd Mecham, Church and State in Latin America 2ª ed.;(Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 1966), pág. 166.  7. Jorge Basadre, Historia de la República del Perú, 1822-1933 8ª ed.;(Lima: La República y Universidad Ricardo Palma, Tomo 5: 1271.8. Fernando Armas, Liberales, protestantes y masones…, págs. 126-131. 9. Jeffrey Klaiber, S.J., “La Reacción Católica ante la presencia protestante durante la República Aristocrática”, en Seminario Historia del protestantismo en el Perú (Lima, 1995-1996), págs. 5-6.10. F. Armas, Liberales, protestantes y masones…, pág. 154, nota 47.11. Dan Chapin Hazen, “The Awakening of Puno: Government Policy and the Indian Problem in Southern Peru, 1900-1955” (Universidad de Yale, tesis doctoral, 1974), págs. 38-39. 12. Pareja Paz-Soldán, Las constituciones del Perú…, pág. 744.13. Jorge Basadre, Historia de la República…tomo II: 2878. Pareja Paz-Soldán, Las constituciones del Perú…, pág. 746.14. Pareja Paz-Soldán, Las constituciones del Perú…, 793-794, 796.15. Víctor Andrés Belaunde, Trayectoria y destino. Memorias completas (Lima: Editorial Ediventas, 1967), tomo II: 791-792.16. Jorge Basadre, Historia de la República…, tomo 5: 1271. 17. Fernando Armas, “Libertad religiosa, violencia y derechos humanos en el Perú de fines del siglo XX”, en Manuel Marzal, S.J., Catalina Romero y José Sánchez (editores), La religión en el Perú al filo del milenio (Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000), págs. 113-114.18. John M. MacPherson, At the Roots of a Nation: The Story of Colegio San Andrés, a Christian School in Lima, Peru (Edinburgh: The Knox Press, 1993), págs. 175-176.19. La Prensa (Lima), 8 de junio de 1976, pág. 5.20. David Stoll, Fishers of Men or Founders of Empire?…, págs. 297-303.21. Enrique Chirinos Soto, La Nueva Constitución al alcance de todos (Lima: Editorial Andina, 1979), pág. 101.22. Juan José Ruda Santolaria, “Relaciones Iglesia-Estado: reflexiones sobre su marco jurídico”, en Manuel Marzal, Catalina Romero y José Sánchez (eds.) La Religión en el Perú al filo del milenio…, págs. 67-77.23. Ibid., págs. 61-62. Ver también Enrique Chirinos Soto, Constitución de 1993: Lectura y Comentario 2ª ed.:(Lima, 1995), págs. 92-93.24. Chirinos Soto, La Nueva constitución al alcance de todos…, pág. 28.( Tomado de http://www.angelfire.com/pe/jorgebravo/libertadreligiosa.htm‎).
 6.- LA IGLESIA CATÓLICA PERUANA EN NUESTROS DIAS.
a)  Algunos datos:
1.- Número de católicos: Pueblo de Dios:
De 30.135.875 de hab. 81.3%7 total católicos 24.500.466.
2.- Agentes pastorales:
a) Diocesis presididas por un obispo.•Arzobispado de Arequipa Arzobispado de Huancayo•Arquidiócesis de Lima •Diócesis de Carabayllo•Diócesis de Chiclayo •Diócesis de Chimbote •Diócesis de Chosica•Diócesis de Huacho•Diócesis del Callao •Prelatura del Ayaviri •Prelatura del Yaucos.
 3.-Jurisdicciones eclesiásticas:
 La Iglesia Católica en el Perú está conformada por 45 Jurisdicciones Eclesiásticas, las cuales cubren una extensión territorial de 1.285.556 Km². En el territorio nacional hay un número aproximado de 1360 parroquias, con una población de 27.148.101 habitantes, de los cuales el 90 % profesa la religión católica. Para servir a esta población se cuenta con aproximadamente 1488 sacerdotes diocesanos, 1111 sacerdotes religiosos además de cientos de religiosos y religiosas. Más de la mitad de estas parroquias se encuentran en el interior del país, muchas de ellas ubicadas en lugares en donde el acceso es en condiciones difíciles, como por ejemplo, en mula, a pie o a lancha.( Fuente Conferencia episcopal peruana . Año 2005)
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4.-Colegios católicos.Consorcio de Centros Educativos Católicos del Perú  Oficina de Educación Arzobispado del Perú :
 •Centro Educativo, Nuestra Señora de la Merced, Orden Mercedaria, Huacho.•Colegio Champagnat •Colegio Claretiano, Lima•Colegio Claretiano, Trujillo Colegio de la Inmaculada, Jesuita. Lima •Colegio Dominico del Sagrado Corazón, Cayma, Arequipa.•Colegio Inmaculado Corazón, MirafloresColegio La Inmaculada Concepción, Lima•Colegio Maria Reina Marianista, Lima•Colegio Particular Mixto Cristo Salvador•Colegio Pío XII, Monterrico, Surco, Lima•Colegio Regina Pacis•Colegio Sagrado Corazón •Colegio Sagrado Corazón “Sophianum”, Lima•Colegio Salesiano “San Francisco de Sales”, Lima •Colegio San Antonio, Maristas, Bellavista, Callao•Colegio San Ignacio, R•Colegio Inmaculado Corazón, Miraflores•Colegio La Inmaculada Concepción, Lima•Colegio Maria Reina Marianista, Lima•Colegio Particular Mixto Cristo Salvador•Colegio San Juan Bautista de la Salle, Arequipa Colegio San Judas Tadeo, Corazonistas, Lima Colegio San Martín de Tours •Colegio San Pedro, Lima Colegio Santa María, Marianista•Colegio Santa Teresita •Colegio Villa Caritas, Lima•Colegio Winnetka, Chaclacayo•Comunidad Educativa “El Buen Pastor”•Instituto Nuestra Señora de la Reconciliación, Monterrico – Surco.( Cf. http://www.educacioncatolica.org/colegiosperu.htm‎)
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5.- Asociaciones de fieles .
 1.1. Las asociaciones de fieles
 1.1.1 Cofradías y hermandades
 Son la organización propia del catolicismo popular. Están profundamente arraigadas en la historia de la Iglesia peruana. Su finalidad es dar culto público a determinada imagen, que a  menudo se venera en algún santuario, de Jesucristo y la Virgen María en sus distintas advocaciones, y de los santos más venerados del país, como Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres.
           Tal culto se centra en la celebración de la fiesta anual, que suele consistir en una novena u otro ciclo de preparación, fiesta solemne con misa y procesión y otros actos festivos.
           Las cofradías y hermandades, además de su función cúltica, tienen una función social de ayuda entre los asociados y de beneficencia con los pobres, y ejercen cierta función de equilibrio ante el poder del clero en la Iglesia. Un ejemplo clásico es la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas en Lima.
 1.1.2. Movimientos laicales
Son organizaciones que nacen en la Iglesia cuando esta redescubre el papel del laico.. Entre estos movimientos destaca la Acción Católica, tan recomendada por Pío XI, que la definía como la cooperación de los laicos en el apostolado jerárquico de la Iglesia; pero hay otros muchos, cuya finalidad ha evolucionado en función de las nuevas necesidades apostólicas y de la mayor conciencia de los laicos en la Iglesia, que han pasado de colaboradores a protagonistas.
           En el Perú, los principales movimientos laicales son las ramas especializadas de la Acción Católica, las Congregaciones de Vida Cristiana, el Movimiento Familiar Cristiano, los Cursillos de Cristiandad, el Movimiento por un Mundo Mejor, etcétera.
 1.1.3. Comunidades eclesiales de base
 Son organizaciones que buscan. profundizar la experiencia cristiana, a partir de la reflexión sobre la Biblia y sobre el propio entorno social, en el seno de una pequeña comunidad relativamente homogénea.
           Tales comunidades se han multiplicado en el Perú y en otros países de América Latina por impulso de la Conferencia Episcopal de Medellín (1968), pero desaparecen con facilidad por su precaria institucionalidad. Muchas de ellas, surgidas entre los sectores más pobres, han estado inspiradas por (y a veces han sido la fragua de) la teología de la liberación, que busca un compromiso con el pobre que pasa por el cambio social y a veces por opciones políticas de izquierda.
 1.1.4. Nuevos Movimientos Eclesiales
 Son organizaciones nacidas en los últimos años. Tienen un gran dinamismo, a pesar de la secularización creciente y del consumismo hedonista que amenaza a toda experiencia religiosa.
           Se pueden catalogar en este grupo Comunión y Liberación, Los Focolares, el Movimiento Neocatecumenal, las Comunidades del Arca, el movimiento peruano Sodalitium Christianae Vitae, etcétera.
 1.2. Las espiritualidades dentro de la Iglesia
   El otro modo de analizar el universo católico es el de las varias espiritualidades que hay en la Iglesia, lo que produce un pluralismo católico.
           Es indudable que en el Perú, como en los otros países del mundo, hay una sola Iglesia Católica, formada por quienes profesan el credo de los apóstoles, celebran la eucaristía y los demás sacramentos, basan su ética en los diez mandamientos y aceptan el magisterio y la autoridad del Papa y los obispos.
           Tal unidad es el distintivo de la Iglesia Católica frente a las demás iglesias cristianas. A pesar de su unidad, la Iglesia vive un pluralismo. Este es esencial a la Iglesia, porque ella está formada por gente de todas las culturas, que no pueden vivir la fe común sino con las categorías de sus respectivos mundos culturales.
            Además, tal pluralismo ha existido siempre en la Iglesia, desde el conflicto de Pablo con los judaizantes, como lo confirma la historia y la existencia de distintas tradiciones litúrgicas: Pero se ha hecho mayor con el Vaticano II, cuando la iglesia cambió más que en los últimos cuatro siglos y durante el “posconcilio”, cuando el pluralismo se manifestó en los mismos sacerdotes y cuando sectores laicos se identificaban más con otros sectores de su ideología, aunque no fueran católicos, que con los demás católicos. ( Cf. http://www.embaperuva.it/religione_nel_peru2.htm‎)
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7.-SANTOS Y SANTAS DE LA IGLESIA PERUANA.
 Santos de ayer: durante la colonia.
  Las figuras vivas de santidad constituían un papel importante pues eran la encarnación de la gracia divina en la tierra.
 La vida de estos santos, beatas, siervos de Dios o iluminados fue seguida de cerca por la población virreinal esperando siempre un milagro o suceso divino. La fe que vivían los “santos” era ejemplo a seguir para la sociedad y modelo de vida eclesiástica para los religiosos.
            En el Perú hubo mayor cantidad de santos y siervos de Dios que en todos los virreinatos españoles. La mayoría apareció entre 1570 y 1660, muchos de ellos coexistiendo en la sociedad limeña, tal como fue el caso de San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano y San Juan Masias, precisamente los 5 santos del Perú.
           Cuando morían estos hombres de Dios, toda la sociedad limeña acudía a sus exequias, incluyendo el virrey, el arzobispo y los principales nobles, tanto españoles como indígenas.( Idem)
8.-MARTIRES DE LA IGLESIA PERUANA.
 FRAY DIEGO RUIZ ORTIZ.
           Nació en Getafe un 24 de julio en 1532. A los 12 años parte para Sevilla con dos de sus familiares pero sin sus padres pues los había perdido. Ingresa en la OSA( Agustinos.) a los 15 años y profesa a los 16 años
           El Padre llegó a Perú principios de 1548 y se instaló en una pobre casa que en la actualidad es el convento de la Concepción. El 25 de marzo de 1550 parte la primera expedición. De OSA; vienen 11 sacerdotes y un diácono. En el capítulo de 1563 fue destinado como doctrinante a Yanacache (sal negra) cerca de La Paz.
           Fue con 10 religiosos sacerdotes y dentro de ellos estaba el provincial del Perú Juan de san Pedro. inseparable- logró bautizar Aprendió con esmero el quechua y el aymara. Actúa como misionero hasta en Puná. En 1566 fue enviado a evangelizar a los indios de Capiñora.
            El P. El P. Marcos Garcí–su compañero inseparable- logró bautizar al inca Cusi Tito Quispe quien recibió el nombre de Felipe. Tito Cusi recibió bien al misionero. Diego aprovechó la oportunidad y, tras pedir permiso al Inca, edifica una iglesia y predica el Evangelio y sana a los enfermos en un pequeño hospital que había levantado, enseñaba a los niños.    
           Su vida de oración, austeridad, caridad y gran penitencia ganó la confianza de los indios. Sin embargo, un día como otro Juan Bautista predicó contra el adulterio de Tito Cusi quien se había separado de su esposa Evangelina por unirse con Angelina Polanqilaco.
           Esto mismo se daba entre sus militares y capitanes. Cuando el P. Marcos estaba con orden de destierro, Fray Diego vino desde Huarancaya a Puquiruna donde estaba el Inca y para recoger las cosas de la iglesia, al tiempo que pedía al Inca su amigo que le dejase predicar allá porque el trabajo era arduo y uno solo no podía.
           Un día el Inca invitó al misionero a un banquete. El no fue por estar en misa y porque sabía que terminaría en borrachera. La gente se embriagó al igual que Tito Cusi.    Llega Fray Diego quien pidió al Inca se arrepintiese de sus pecados sin que le hiciese ningún caso. La coya Angelina Polanquilaco llamó a los capitanes y al secretario Pando para que le matasen al religioso.
           Al llegar a su casa lo encontraron rezando. Los capitanes comenzaron a insultarlo y golpearlo, le sacaron al campo y le molieron a palos, le quitaron la ropa, ataron sus manos con sogas que cortaban la piel como cuchillo y lo dejaron a la intemperie desnudo y casi muerto de frío.
           Los indios pidieron que resucitase al inca tal como él les predicaba sobre la resurrección. El les contestó que pediría a Dios por ello pero que era un pecador que sólo podía pedir a Dios. A continuación sigue el martirio; le atan los brazos atrás al punto de descoyuntarle los huesos, le quiebran el pecho y rompen varias costillas; a media noche, le echaron agua en las ataduras para que se ajustasen y fuesen más dolorosas.
           Al amanecer, de nuevo le pidieron resucitase al Inca; él pidió celebrar Misa por tal intención, le desataron pero no podía mover los brazos. Martín Pando le golpeó los brazos y los volvió a su sitio. Acabada la misa y visto que no resucitaba el Inca lo ataron en una cruz y lo azotaron.
           Se le acercó Juan Quispe quien le dio una bofetada dejando paralizada su mano hasta la muerte. Le hicieron un hoyo debajo de la barba donde se la introdujeron y lo arrastraron a la casa de la coya Angelina, lo llevaron luego a pie tres o cuatro jornadas hasta el pueblo de Mancaray donde el inca Túpac Amaru se estaba coronando.
            Y ordenó le llevasen a la hora del inca donde ajusticiaba a los malhechores. Como no moría el P. Diego los incas clavaron en sus uñas de los pies y manos espinas. Juan Tupa con su machete le golpeó en la cabeza hacia abajo, pues decían que paraba mirando al cielo.
           Corría el año 1571. No contentos con ello, sacaron el cadáver al camino y obligaron a que fuese pisoteado; cortaron la cabeza y lo pusieron sobre un peñasco, dejando el cuerpo expuesto a que lo comiesen las fieras. Echaron su cuerpo con la cabeza hacia abajo y llenaron todo de piedras, rociándole con salitre y chicha.
           Cuando murió tenía unos 39 años. Al conquistar la región y fundarse la Nueva Vilcabamba o san Francisco de la Victoria se ubicó en nuevo lugar, se levantó una iglesia y se enterró dignamente su cuerpo donde permaneció de 1572 a 1595, de donde será llevado en secreto al convento de Cusco.
           El Corregidor condenó a la esposa Angelina Polanquilaco por ser ella la promotora del martirio. Pedro Aguilar dirá “Nuestro mártir vive y vivirá eternamente y, entre tanto, sus perseguidores corrieron en su vida mala suerte y morir de maneras trágicas”…por lo que muchos se convirtieron. El 28 de agosto de 1598 el obispo Antonio de la Raya los colocó solemnemente en la iglesia del mismo convento, cerca del altar mayor. Allá recibió culto hasta 1826 desde cuando se ha perdido la pista de tan preciadas reliquias. En 1991 se ha retomado el proceso de beatificación.
 TRES MÁRTIRES DE CHIMBOTE, 1991
 1.-MIGUEL TOMASZEK
 Nació el 23 de septiembre de 1960 en Lekawica (Polonia). Tras los estudios de primaria en su pueblo natal, cursó la secundaria en el seminario Menor de los Franciscanos Conventuales. Emitió sus votos religiosos el 1 de septiembre de 1981 en Legnica. Comienza sus estudios de Filosofía y Teología en Cracovia. Es ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1987. Ejerce su primera misión sacerdotal en Pierigle, en el convento franciscano de Cracovia. Llega a Perú para organizar el primer convento en Pariacoto.
2.-ZBIGNIEW ADAN STRZALKOWSKI
4. Proclaman la paz – 5. Son imperialistas y por todo deben morir. Después de una violenta discusión entre los terroristas se dirigieron a Cochabamba. Enseguida obligaron a la Hermana Bertha a salir del auto; luego arrojaron una bomba incendiando el puente de Pariacoto. Hacia las 9 de la noche, camino a Pueblo Viejo, los padres y el alcalde fueron sacados del auto y tendidos en el piso, con rostro en tierra, les dispararon cobardemente en un acampado.
            El P. Miguel y el alcalde recibieron dos tiros en la nuca y el P. Zbyszek, un tiro cerca de la oreja y otro en la parte central de la columna vertebral. Junto a los cadáveres encontraron dos notas en trozo de cartón escrita
Nace el 3 de julio de 1958 en Tarnow. Cursa primara en Zawaola y continúa sus estudios técnicos en Tarnow. Ingresa en la orden franciscana conventual en 1979 y los estudios de filosofía y teología en 1980. Fue uno de los iniciadores del movimiento ecológico en el seminario de Cracovia. Fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1986. Su primer destino pastoral fue en el seminario Menor de Legnica.
           El 28 de noviembre de 1988 viene con el P. Jaroslaw Wysoczanski a Perú para abrir la primera comunidad en nuestra tierra, trabajando en Moro y Pariacoto. Los dos misioneros, en unión del Padre Yarek fueron los fundadores del Convento de Pariacoto el 30 de agosto de 1989, con la misión de atender pastoralmente a cuatro parroquias rurales de la Cordillera Negra: Pariacoto, Yaután, Cochabamba y Pampas Grandes.
           . Una vez concluida la misa de la noche del viernes 9 de agosto de 1991 en Pariacoto, los sacerdotes polacos P. Michel y P. Zbigniew, franciscanos, se reunieron como habitualmente lo hacían con los animadores y catequistas para intercambiar opiniones y decidir las acciones.
           Aquella noche un grupo de senderistas armados, con los rostros cubiertos, irrumpieron en la Casa Parroquial preguntando por los carros y solicitando que saliesen los padres.
           Ataron a los dos, ante la protesta de la Hermana Bertha. Los terroristas inquirieron por más religiosos o padres. Al decirle el P. Zbysek que vivían también tres postulantes, los terroristas los reclamaron, pero el Padre se negó: “No, ellos no. No son sacerdotes”. Los terroristas no cejaron en su búsqueda hasta dar con los carros. Encontraron un largavista de la celda del P. Zbyszek. Al regresar ya no encontraron al P. Miguel.
           La Hermana Bertha comenzó a protestar sin que le hiciesen caso. Ordenaron a todos subir al auto y se dirigieron a la municipalidad donde encontraron el otro carro y al P. Miguel. Después de haberles practicado un “juicio popular” ante la comunidad de Pariacoto, los subieron al mismo auto y les increparon con cinco acusaciones: – 1. Al repartir víveres “adormecían” la conciencia revolucionaria – 2. “Frenaba” la revolución con el rezo del Rosario, el culto a los santos, la misa y la Biblia. – 3. A través del Evangelio y de la Biblia engañaban al pueblo porque toda religión es mentira, “el opio del pueblo”. –4. Proclaman la paz – 5. Son imperialistas y por todo deben morir. Después de una violenta discusión entre los terroristas se dirigieron a Cochabamba. Enseguida obligaron a la Hermana Bertha a salir del auto; luego arrojaron una bomba incendiando el puente de Pariacoto. Hacia las 9 de la noche, camino a Pueblo Viejo, los padres y el alcalde fueron sacados del auto y tendidos en el piso, con rostro en tierra,  los sacaron y les dispararon de forma nerviosa en un acampado : “así mueren lo que hablan de la paz y los que lamen el imperialismo .       
 Posteriormente, los terroristas siguieron en dirección a Cochabamba y a la altura de Antamarca sorprendieron al alcalde de Cochabamba. También lo asesinaron, rociaron los autos con gasolina y los incendiaron Las Hermanas Bertha y Lucy con postulantes y un grupo de jóvenes, trataban de rezar y organizar la búsqueda de los Padres.
           Pasada la medianoche encontraron en el camino a Pueblo Viejo los cadáveres del alcalde Justino Masa y los Padres. Dieron aviso al obispado de Chimbote y Monseñor Luis Bambarén se personó a las 6 de la mañana. Llevaron los cadáveres a la iglesia y celebraron la Santa Misa.
File:SeñordelosMilagrosNazarenas.jpg
 NUESTRO SEÑOR DE LOS MILAGROS.
.I.PADRE ALEJANDRO DARDI

           Nació en Gromo San Marino (Bérgamo, Italia) el 22 de enero de 1931. Ordenado sacerdote el 12 de octubre de 1954, ingresó a la Comunidad Misionera de El Paradiso, formada por diocesanos. Desde allí fue enviado a trabajar al interior del país, luego a Suiza y a Perú, en 1980.
            En nuestra tierra se hizo cargo de la parroquia del Señor Crucificado de Santa (Chimbote), acompañando la formación de catequistas y de líderes rurales. Preocupado en formar comunidades, animó a la gente a caminar juntos sorteando todo tipo de dificultades.
           En 1983 trabajó decididamente al lado de la comunidad en la reconstrucción de los canales de regadío destruidos por las inundaciones de ese año. Promovió varios centros comunales como un centro destinado a la mujer que se convertiría posteriormente en un CEO en el que se dictan cursos de corte y confección, enfermería y secretariado.
            De igual modo desarrolló una constante labor con los jóvenes de Santa entre los que despertó un claro compromiso por la comunidad, logrando varias vocaciones.
           Era un 25 de agosto e 1991, a las 3.30 de la tarde, cuando el Padre Sandro se dirigía a celebrar misa en Vinzos, pueblo de la sierra de Canta, cuando fue interceptado por unos encapuchados que bajaron a sus acompañantes de la camioneta y dispararon a quemarropa al Padre.
           El pueblo de Santa perdió un sacerdote y ganó un santo mártir. La causa de beatificación de estos tres mártires, siervos de Dios, fue abierta con la petición explícita del Ordinario del lugar, Mons. Luis Bambarén y con el apoyo de la Conferencia Episcopal Peruana.
           La Congregación para las Causas de los Santos autorizó, con fecha 5 de junio de 1995, la apertura de la Causa de canonización con un año de anticipación sobre el término previsto por la legislación actual (cinco años después de la muerte de los Siervos de Dios).
           Poco más tarde, nombrado el Vicepostulador en Chimbote en la persona del P. Estanislao Olbrycht, actual párroco de Pariacoto, se inició la investigación diocesana bajo la responsabilidad del Obispo de Chimbote. Sucesivamente, en 1996, se pidieron y realizaron los procesos rogatorios en Cracovia y Bérgamo, con el fin de recoger testimonios y documentos sobre la infancia, formación y primeros años de apostolado de los Siervos de Dios. Monseñor Bambarén, obispo de Chimbote, que los recibió y encaminó en los primeros momentos y acompañó siempre, tuvo el dolor de celebrar sus funerales, pero con espíritu de esperanza los recuerda como un padre: “A Zbigniew los enfermos pobres lo llaman actualmente ´nuestro Doctorcito´y cuentan diversas curaciones. A Miguel lo siguen queriendo los niños y los jóvenes, que siempre visitan su tumba y guardan en sus corazones sus enseñanzas…Damos gracias a Dios que les concedió la gracia extraordinaria del martirio y también a nuestros mártires por legarnos el testimonio de su vida hasta derramar su sangre por Cristo y por las almas que Él les confió”.
Archivo:Puente de Pucayacu entre Llama y Yauya.jpg
PUENTE DE YAGUA.
BADIALI4.-DANIEL , MÁRTIR EN CONCHUCOS, 1997
            Para muchas personas, Daniele Badiali no tenía por qué haber dejado, en 1991, la tranquila ciudad de Faenza, al noreste de Italia, para viajar a la pobreza extrema en San Luis, distrito ancashino de Huari. Badiali no tenía por qué haberse ordenado sacerdote en el Perú y escoger.
Sin embargo, Marco Antonio Arana, un ex chofer del grupo misionero, había planeado su fin. El domingo 16 de marzo de 1997, cuando regresaba al distrito de San Luis en Perú  como sede de su misión.
             Tampoco tenía por qué ofrecerse ese 16 de marzo de 1997, a la salida de una misa en Yauya, como rehén de un secuestro para salvar la vida de una joven italiana.
            Para muchas personas, Badiali no tenía por qué hacer ninguno de estos sacrificios que acabaron con su vida hace trece años. Sin embargo, para Badiali la razón se resumía en una frase: amor a Dios. Badiali llegó al Perú en 1991 para quedarse con varias personas luego de oficiar una misa en Yauya, fue interceptado por Arana y tres personas más. Ante la intención de secuestrar a la italiana Rosa María Picotzzi, el padre se ofreció como rehén. Esa fue la última vez que el pueblo lo vio con vida. Dos días después su cuerpo fue hallado con un disparo en la cabeza al borde de una carretera a pocos kilómetros de donde fue secuestrado.
            El pasado 17 de marzo se inició en Italia el proceso de su beatificación. Monseñor Claudio Stagni, obispo de Faenza, ofició una misa especial en la ciudad natal del padre Daniele, tras un Vía Crucis en la Iglesia de Ronco, localidad donde Badiali creció y está enterrado.
            En la red social Facebook personas de diferentes países se han dedicado a rescatar sus escritos. Sus sencillas y profundas enseñanzas no tienen límite de tiempo ni espacio. Bastaron seis años de sacerdocio para ser considerado un apóstol en el Callejón de Conchucos. Junto al padre Ugo di Censi, párroco del pequeño poblado de Chacas y fundador del grupo de misioneros Operación Mato Grosso, el padre Daniele usaba su guitarra para componer canciones de alabanza a Dios y llegar así a los jóvenes ancashinos.
1.-VICENTE HONDARZA GÓMEZ.
            Al escribir estas líneas, solo pretendo mantener viva la memoria de la persona de Vicente
            Vicente, vivió con radicalidad el seguimiento a Jesús, y su fidelidad de discípulo le supuso, ofrecer su vida por El, por la Iglesia y por su pueblo, los pobres del Perú, concretamente, la parroquia de Chancay, con el derramamiento de su propia sangre después de sufrir atroces torturas físicas y psicológicas.
            Vicente nació en Feráncaballero, Ciudad Real, España, el 15 de Octubre de 1935, festividad de Santa Teresa,
            Al cumplir los 19 años, con el oficio de carpintero- ebanista, bien aprendido, y pensando ya en ir eligiendo una buena muchacha con quien fundar un hogar,como hicieron todos sus amigos, a quien ya solo le faltaba un año para ordenarse de sacerdote.Jesús le decía: yo también fui un carpintero como tú; ahora te invito a quedejes de construir hermosas mesas, sillas, yugos, arados… y me sigas,necesito hombres de corazón grande y generoso como tu, para seguir construyendo hombres y mujeres nuevos, humanidad nueva conforme alproyecto del Reino trazado por mi Padre.
            Pensamientos así, iban golpeando y clavándose en su corazón, al compás queel golpeaba y clavaba clavos en las maderas.Vicente decidió seguir al Maestro y comprometerse con El, hasta las últimas consecuencias, en la construcción de su Reino.
            Y un 30 de Septiembre de 1954, deja su pueblo, Fernancaballero e ingresa en el Seminario de Ciudad Real
.           Vicente pronto comprendió que la vocación sacerdotal es una vocación deservicio Mientras que en su Diócesis había sacerdotes suficientes, fuera de
las fronteras de España faltaban vocaciones, sobre todo hombres y mujeres dispuestos a llevar con entrega, generosidad y alegría la Buena Nueva.
            En Octubre de 1962, terminados los estudios de filosofía en Ciudad Real,ingresa en el seminario del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) enBurgos, donde estudia la teología y su preparación para la misión ad gentes.
            En el IEME, encontró el cauce idóneo a su vocación: Realizar a) su vocación misionera “ad gentes”,b) vivir en equipo, y 3) sin dejar de ser sacerdote diocesano,
            Recibió la ordenación sacerdotal el 21 de Julio de 1967 en su pueblo natal, por Monseñor José Lecuona, Obispo perteneciente al IEME y en Octubre de este mismo año se embarcó hacia Colombia junto a otros compañeros del mismo instituto, con gran ilusión y alegría y sobre todo,
            En Diciembre de 1972,  después de cinco años de estancia en Colombia, el gobierno de forma arbitraria y con engaños, expulsa a tres sacerdotes, compañeros nuestros del IEME y de la diócesis,  y amenaza con expulsión a otros, y pone condiciones a la predicación.
            Fue así como Vicente, “maleta en mano” en Febrero de 1973, sale para España, adelantando entonces sus merecidas vacaciones, tiempo que aprovechó para descansar, visitar familiares y amigos y hacer un curso de antropología.
            El 18 de Octubre de 1974, festividad del Señor de los Milagros, gran fiesta de fervor a nivel nacional, Vicente pisaba por primera vez el suelo peruano.    
 Parroquia la Inmaculada Concepcion de Chancay.   
.
PARROQUIA DE CHANGAY.           
            Llegó a la Diócesis de Huacho donde ya estaban algunos de sus antiguos compañeros del IEME y de Colombia. Fue destinado como párroco a la ciudad de Chancay, situada junto al Pacífico a 78 kilómetros al norte de Lima.Sobre Chancay,
            Su actitud siguiendo a Jesús, fue la de servir poniéndose siempre al nivel de los mas pobres, de los humildes, los marginados, como lo acreditan los muchos testimonios, de todos los estratos sociales de Chancay, el valle y la sierra.,
            Públicamente en la plaza de armas de Chancay se dijo contra él: “vivo o muerto hay que sacarlo de la ciudad”. Se le tildó por alguien del mismo clero de ser un rocanrolero. Por sectores más ligados a la Iglesia, fue acusado de ser un cura extranjero que quería cambiar la religión, las costumbres y las tradiciones del pueblo peruano.
  EL PUEBLECIDO DE LAMPIÁN. PERÚ.    
A pesar de las muchas amenazas y calumnias, Vicente nunca se amedrentó,pero los enemigos de la justicia, la verdad y la vida; los amigos del poder, del dinero, de la explotación, de la corrupción y de la muerte, le cogieron a traición,mientras participaba de la alegría y la confraternidad en la fiesta de San Antonio en el pueblito de Lampián, en la sierra de Huaral.
            Mientras el pueblo se  divertía, Vicente era atrozmente torturado antes del amanecer del día 14 de Junio por los “custodios de la paz y el orden” según reino de este mundo y llevado al anochecer a la morgue de Chancay, donde fue cruelmente asesinado con un golpe en la cabeza, ocasionándole una abertura en el cuero cabelludo de unos 15 a 20 centímetros, como testimonian todas las personas que le vimos sangrando en la morgue de Chancay y las fotos que algunos compañeros suyos le hicieron.
            Un informe extraoficial dado por el equipo de profesores de la Escuela de medicina legal de Madrid dice: “No ha muerto en el lugar. Se sospecha que le han “dado” y se han “pasado”.Juicio: no accidente. Parece que estuvo sujeto,que le golpearon y “se pasaron”
Vicente, está entre “quienes, han vivido con radicalidad el Evangelio y han ofrecido su vida por Cristo, por la Iglesia y por su pueblo”.
( Cfwww.diocesisciudadreal.es/vicente/carlos_pinedo.)
IMAGEN DE CRISTO DE CERÁMICA EN LIMA.
.8.- CONSERVADORES. PROGRESISTAS. LIBERALES IZQUIERDAS…
           Antes de terminar una ya larga síntesis para un medio como éste, quiero advertir que a través de las fuentes de las que me he servido para confección del Tema, he encontrado calificaciones aplicadas a personas y grupos de la Iglesia Católica en Perú similares a las que encabezan este último apartado.
           Equivocados están quienes  de dentro o  de fuera de la  Iglesia  utilizan y admiten estas calificaciones, el único criterio de calificación válido para un cristiano en general y católico en particular es aquél que toma a Jesús de Nazaret como punto de referencia, un punto que desde el punto de vista del seguimiento de Jesús, permitiera que el cristiano se autodefiniese como un discípulo de Jesús y que pudiese servir de base para que la sociedad los calificase de modo similar.
           Si se parte desde este principio podría descubrirse la equivocación a la que me refiero, pues por ejemplo:
¿ El perdonar a los demás, que es de derechas o de izquierdas?
¿ El ser capaz de pedir perdón por actuaciones del pasado, que es de derechas o de izquierdas ?
¿ El ofrecer la mejilla izquierda cuando te han dado en la derecha  que es de derechas o de izquierdas?
¿ El vencer el mal con el bien que es de derechas o de izquierdas?
¿ El que vive y busca más servir que ser servido, que es de derechas o de izquierdas ? ¿ El que  no utiliza la violencia como medio de poder , que es de derechas o de izquierdas ?
¿ El que busca más el ser que el tener, que es de derechas o de izquierdas?
Así podríamos seguir hasta configurar una ética con bases fundadas en la persona de Jesús de Nazaret .

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